Dos personajes del Quijote tienen calle en el distrito de Campanillas, y en concreto en Colmenarejo. Se trata de Mari Sancha, en homenaje a la hija de Sancho Panza, y de Malambruno, el gigante que don Quijote y Sancho trataron de encontrar subidos a la grupa de Clavileño.

Pese a constar en el callejero municipal desde hace años, la parte final de la calle Mari Sancha es una vereda estrecha y la calle Malambruno, una escarpada lengua de tierra.

La Asociación de Vecinos Don José Cañete ha reclamado al Ayuntamiento el arreglo de estas dos calles y una tercera, en la parte alta del barrio: el Camino Alto de Colmenarejo.

De esta última vía el presidente vecinal, José Ángel Moreno, cuenta que, hace unos ocho meses, cuando el alcalde, Francisco de la Torre, visitó el barrio y conoció su mal estado, «le dijo al concejal de Urbanismo que cogiera la calle y la asfaltara hasta el final de las casas, en concreto se iba a asfaltar hasta el cruce con la calle Agatita». Sin embargo, como explica, al final el distrito informó de que no se podía asfaltar y la orden del alcalde se quedó sin ejecutar.

El nombre de la calle, Camino Alto de Colmenarejo, tampoco es oficial y eso pese a que el Ayuntamiento mandó a unos técnicos al barrio para incluir la calle. «Vinieron de los que hacen el callejero, del edificio de la Tabacalera, me dijeron que qué nombre queríamos poner a la calle y le dije que Camino Alto de Colmenarejo, pero al final no se lo han puesto», explica José Ángel Moreno, que lamenta que la calle la hayan intentado asfaltar dos veces, pero al final el Consistorio ha desistido.

Y sin embargo, viven vecinos, hay viviendas y fue en tiempos del concejal José Hazañas -«hace más de 12 años», calcula el presidente- cuando el propio Ayuntamiento abrió el camino, recuerda José Ángel. Además, hace unos tres años se echó un asfaltado ecológico que como en otros rincones de Campanillas ha resultado un fracaso.

El resultado de este árido ecológico, lamenta Carmela Fernández, presidenta de la Asociación de Vecinos de Campanillas, es la polvareda que se forma, además de los baches. «Los niños tienen problemas de respiración por el polvo que se forma».

A los cerca de mil metros del Camino alto de Colmenarejo hay que sumar la mencionada calle Malambruno, con la particularidad de que, además de seguir terriza, cuenta con farolas municipales. «Llega desde aquí arriba hasta la calle Mari Sancha. Lleva reconocida como calle muchos años. Las farolas las puso José Hazañas cuando era concejal», informa el presidente, que calcula que tiene unos 300 metros. «En esta calle hay una casa con una muchacha que tuvo un accidente, anda con muletas y la criatura no puede subir ni bajar. Aquí no sube el de las bombonas y las personas tienen que bajar a tirar la basura», critica.

La, hasta el sábado, concejala en funciones de Campanillas, Elvira Maeso, informó el viernes de que el Camino alto de Colmenarejo «es zona no urbanizable, pero del resto podemos tomar nota para futuros planes de asfalto».