Del arroyo Jaboneros casi hasta el arroyo Gálica, la asociación de vecinos del Palo volvió a obrar el milagro del civismo por segundo año consecutivo durante la Noche de San Juan, en esta ocasión con resultados más palpables, gracias a que aumentaron los voluntarios.

"No era solo darles una bolsita, sino también explicarles las implicaciones: que la basura acababa en el mar. La gente te escucha y es muy amable, incluso algunos jóvenes comentaban que se encargaban de ir recogiendo las colillas", explica este lunes la presidenta vecinal Mercedes Píres.

Como el resto de playas de Málaga, Mercedes Píres recuerda que la mañana del día de San Juan, "las playas del Palo amanecían horrorosas, llenas de plástico, con el mar también y por más que escribíamos cartas al Ayuntamiento no veíamos la solución". Fue entonces cuando decidieron organizarse como voluntarios y el año pasado ya salieron a las playas del barrio a tratar de concienciar a los vecinos. "Nos dio resultado, pero pudimos hacerlo solo en dos playas, aunque quedaron muy bien".

Para la Noche de San Juan de este año, ya fueron cerca de una quincena de voluntarios, pudieron hacer turnos de dos o tres horas, de 8 de la tarde a 12.30 de la noche y se organizaron mejor, además de contar con el programa municipal de concienciación '¿¡Málaga cómo te quiero!?', que le entregó 200 bolsas.

"Las repartimos todas. Hicimos una primera batida de 8 a 9 de la noche, nos dirigíamos a los grupos, les decíamos quiénes éramos y todo el mundo nos pedía bolsas, porque parece que la gente va a la playa y no calcula la cantidad de basura que está generando", explica la presidenta.

Lo curioso es que los voluntarios, en la segunda "batida", muchas veces se dirigían a los mismos grupos que antes, porque ya habían aumentado de número. "En general la gente se lo tomó muy bien, lo importante es que tampoco dejaran las bolsas junto a la orilla porque podían terminar en el mar".

Como resultado, este año en ese espacio entre los dos arroyos los servicios de limpieza se encontraron la mayoría de la basura recogida en bolsas y organizada, lo que hizo posible que a las diez de la mañana ya luciera como cualquier día, sin huella alguna del 'huracán' de basura de la Noche de San Juan. Claro que hubo alguna minoría con alguna copa de más que hizo caso omiso, cuenta la presidenta, pero fue eso, una minoría.

A quienes critican a la asociación por realizar algo que compete al Ayuntamiento Mereces Píres responde que "no puedo quedarme esperando en casa a que venga el Ayuntamiento porque no puedo permitir que la basura termine en la playa". Incluso, destaca, de otras actividades la asociación guardaba bolsas de basura de cien litros, como las que se emplean para los contenedores, y los voluntarios las repartieron entre los grupos más grandes.

"Me quedo muy contenta cómo amanece El Palo en estos dos años", confiesa la presidenta, que confía en que este ejemplo cunda en otros barrios de Málaga asomados al litoral y que la mañana del 24 de junio las playas no parezcan un estercolero.

"Claro que te cansas de tanto andar por la arena pero merece la pena", destaca Mercedes.

La asociación de vecinos del Palo ya prepara otra campaña contra otra lacra que ensucia las playas todos los veranos: la de las colillas que tiran los fumadores menos comprometidos con el Medio Ambiente.