Los bancos siguen cerrando oficinas en la provincia de Málaga y han clausurado ya más de 650 sucursales desde que arrancó la crisis, lo que representa ya cerca de la mitad de las más de 1.400 que llegó a haber abiertas en 2008 (1.407), fecha que marcó el tope histórico del volumen de total de las entidades financieras. Según los últimos datos del Banco de España, correspondientes a marzo de 2019, en la provincia quedan ahora 751 sucursales operativas, con lo que la cifra ha vuelto a los niveles de 1987, hace 32 años. En los últimos doce meses se han clausurado 36 sucursales. La dinámica de cierres, que se ha llevado por delante exactamente el 46,2% de las oficinas que estaban operativas en los años del boom económico, seguirá teniendo continuidad durante los próximos años, según vienen comentando en el sector. No hay que olvidar tampoco que en los últimos tiempos, Santander o Caixabank han negociado sendos ERE a nivel nacional para dar salida a parte de su plantilla, algo que también tiene su traducción en la clausura de sucursales.

El principal motivo de la reducción de oficinas por parte de los bancos estriba en el proceso de reducción de costes y de ajuste de estructuras que las entidades financieras iniciaron a partir del estallido de la crisis, acelerado por las múltiples fusiones de entidades que se produjeron en el sector. En cualquier caso, fuentes del sector también han aludido en los últimos tiempos a la influencia de las nuevas tecnologías, que han provocado que cada vez más clientes realicen su gestiones desde el ordenador o el móvil y hayan dejado de acudir a las sucursales. La consecuencia es que los bancos han ido cerrando las oficinas de su red con menor rentabilidad.

Con estas cifras, Málaga se sitúa como la sexta provincia española donde se registra mayor número de cierres de oficinas desde que arrancó la crisis, sin duda también porque, debido su nivel económico y poblacional, es también una de la zonas con mayor red de sucursales. Barcelona es la primera en cierres con 3.484 clausuras que dejan el total en 2.349, mientras que Madrid ha suprimido 2.940 y se queda con 3.152. En Valencia se han cerrado 1.318 oficinas (tiene ahora 1.323), en Alicante 866 (ahora hay 904) y en Sevilla 678 (hay 850).

El parque de sucursales en Málaga experimentó un gran aumento entre 2000 y 2008 coincidiendo con la fase más expansiva de la economía y del sector constructor. Los bancos y las antiguas cajas de ahorro incrementaron en ese periodo un 53% su red de oficinas en Málaga, gracias también al desembarco de muchas entidades de otras regiones que acudieron atraídas por el potencial del negocio hipotecario que se movía en torno a la burbuja inmobiliaria. El advenimiento de la crisis acabó con ese ciclo expansivo.

Entre los economistas y en el propio sector bancario se reconoce que el proceso de clausuras puede tener aún bastante recorrido, dado que los bancos seguirán ajustando la red de sucursales con criterios de rentabilidad.

Fuentes del sector bancario en Málaga han apuntado en los últimos meses que una quinta parte de los municipios de la provincia (22 de 103) no tiene ya oficinas, aunque recuerdan que sus residentes tienen siempre a mano una oficina situada en alguna localidad y recuerdan que, al tratarse, de pueblos muy pequeños, el porcentaje de población en esta coyuntura es bastante pequeño. Se trata de municipios situados principalmente en la Serranía de Ronda y en la Axarquía.

Un estudio publicado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) con datos de toda España indicaba que la población en municipios malagueños sin oficinas ronda las 24.644 personas (el 1,5% de los habitantes de la provincia).