El Hospital Regional de Málaga ha alcanzado la implantación de su marcapasos número 10.000, una técnica que incorporó en 1975 y que se ha perfeccionado gracias a la evolución tecnológica y la experiencia de los facultativos. En la actualidad, la Unidad de Cirugía Cardiovascular coloca unos 250 al año y hasta 60 reposiciones.

Con anestesia local y una hospitalización de no más de 24 horas, salvo que haya complicaciones, la implantación de un marcapasos tiene como objetivo estimular el corazón a través de impulsos para que la frecuencia cardiaca aumente. Una operación para la que es necesaria la introducción de un cable envuelto en silicona por una vena próxima al corazón, según indicó el director de la Unidad de Corazón, Manuel de Mora.

En cuanto al perfil del paciente, el doctor Mora expuso que el 80 por ciento son mayores de 75 años, personas sanas o con enfermedades crónicas con las que conviven con normalidad a las que el tejido de conducción del corazón comienza a degenerar y requieren de estimulación para que el corazón trabaje y pueda sumar hasta 10 años más de vida. Entre los pacientes que han pasado por quirófano, el jefe de Servicio de Cirugía Cardiovascular, Fernando Calleja, recordó la implantación a un hombre de 105 años. Aun así, también hay pacientes más jóvenes que requieren de esta intervención como aquellos que han sufrido una cardiopatía isquémica o alguna enfermedad de la válvula aórtica.

Con una pila de una duración próxima de diez años, cuando se llega a esa fecha, el paciente debe pasar por quirófano de nuevo. Una intervención más sencilla aún que la primera implantación, ya que no hay que movilizar los electrodos del corazón, que en condiciones normales hace que la persona pueda irse a su casa a las cuatro horas.Saber si pueden hacer vida normal, cuándo retomar la actividad física o sexual,

son algunas de las cuestiones que se plantea el paciente que es sometido a esta intervención, según indicó la supervisora de planta de hospitalización, Esther López. Una intervención que requiere de reposo y no esfuerzo durante el primer mes e incluye su actividad habitual de manera paulatina, con la combinación de controles médicos durante los primeros cuatro meses para después ser anuales.

El delegado de Salud, Carlos Bautista, aseguró que además de contar con estos profesionales , la mejor fórmula es prevenir su implantación fomentando los hábitos saludables y evitar el sedentarismo, la obesidad o la dieta basada en comida basura.

Evolución y futuro del marcapasos

En estos 40 años, la evolución de la técnica ha sido constante gracias a la innovación tecnológica. De pilas de mercurio de gran tamaño han pasado a unas más pequeñas de litio con una duración de 10 años, frente a los cinco que tenían hasta hace unos años, e incluso desde hace dos años son compatibles con las resonancias magnéticas y el paciente se puede someter a esta prueba diagnóstica sin problema. Asimismo, el abanico de marcapasos se ha abierto a otros de tipo más complejos como aquellos que llevan implantados desfibriladores que detecta las taquicardias ventriculares y hacen que el paciente actúe. El Hospital Regional también cuenta con marcapasos tipo resoncronizadores para tratar las insuficiencias cardiacas, según informó el doctor Calleja.

En cuanto al futuro en esta técnica, está en fase de experimental un prototipo que se mueve y recarga con la actividad del corazón, sin necesidad de pila. También se trabaja en la creación de marcapasos sin cables. En este sentido, el gerente del Hospital Regional, Víctor Baena, expuso que la forma de relacionarse entre médico-paciente se está transformando gracias a la innovación tecnológica y la inclusión próxima del 5G y en unos años se podrá monitorizar a través del teléfono móvil cuestiones como un marcapasos o la diabetes.