El verano, esa estación con hechuras de estado de ánimo que ya se ha apoderado del calendario, no asistirá a su paso por el litoral costasoleño a la invasión de medusas que activó la señal de alarma el año pasado. Si se recurre a una expresión marinera, la 'calma chicha' reinará durante el presente periodo estival en la costa de la provincia de Málaga, en lo que a la presencia de este animal marino se refiere. Según las expectativas y previsiones que manejan los expertos del Aula del Mar, "se producirá una vuelta a la normalidad y esto, en el caso de las medusas, se traduce en que solo harán acto de presencia en la zona costera de forma muy eventual, lo que no quita que pueda venir de modo excepcional un enjambre, esté uno o dos días y ya no regrese jamás".

A juicio del especialista en medusas del Aula del Mar, Jesús Bellido, "lo que ocurrió en 2018 fue una anomalía, algo que no fue normal y, por una serie de motivos que todavía se están estudiando, provocó la afluencia más alta de medusas en nuestras playas de la que se ha tenido constancia en, por lo menos, todo lo que llevamos de siglo XXI".

"Por lo que ya hemos constatado en la primavera y lo poco que llevamos de verano, no pensamos que se vaya a repetir lo del año pasado", ha recalcado el biólogo para recordar que "la medusa es una especie muy abundante en el mar y que se acerque a la costa y llegue hasta la orilla depende de las condiciones que se den de viento y de las corrientes, entre otras cuestiones".

Ante la inminente irrupción de la temporada alta estival, desde el Aula del Mar se le ha aconsejado a los bañistas que, si perciben la presencia de medusas en la costa malagueña, actúen "con absoluta normalidad". En esta línea, han apuntado que, en caso de picadura, se reaccione con tranquilidad porque la medusa habitual en esta zona, la Pelagia noctiluca (Clavel de mar), "no es especialmente dañina, aunque resulte bastante dolorosa".

"Si se produce la picadura, lo primero que se debe hacer es lavar con agua salada la herida y, si no remite el dolor, hay que aplicar algo muy frío sobre ella, pero no hacerlo directamente porque el hielo es agua dulce", ha añadido Jesús Bellido. A su vez, el experto ha recordado que "solo se acudirá a un médico en casos muy excepcionales, pues los síntomas y los dolores suelen desaparecer con bastante rapidez si se actúa correctamente".

Tras el inicio de un nuevo verano, este biólogo especializado en la materia también le recomendó a los ciudadanos el uso de la aplicación Infomedusa, que fue puesta en marcha en 2013 por el Aula del Mar y la Diputación de Málaga. Desde entonces, este portal ofrece datos en tiempo real sobre la presencia de medusas en cada punto del litoral costasoleño, consejos para reaccionar ante una picadora o, incluso, se nutre de la información que aportan a través de sus comentarios los propios bañistas. Precisamente, la excepcional omnipresencia de enjambres de medusa motivó que el año pasado esta aplicación alcanzara "al superar las 100.000 descargas" su mayor registro de usuarios desde que fue creada, según recordó Jesús Bellido.

Asimismo, este portavoz del Aula del Mar reclamó a las instituciones públicas que "no cesen" en el trabajo que están llevando a cabo para que la incidencia de las medusas en las playas sea mínima. En esta línea, se felicitó por la labor que se está promoviendo desde las mancomunidades de la Costa del Sol Occidental y Oriental, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Málaga para que la cátedra de investigación coordinada por la Universidad de Málaga siga aportando notables avances de cara al conocimiento y la investigación de esta problemática.