Los 31 ediles de la corporación malagueña se han subido el sueldo un 20%, lo mismo que cobraban en 2008, meses antes de la debacle financiera que acabó con cientos de españoles en el paro y la desesperación vital. En aquel ecosistema en el que los recortes y la carestía formaban parte del día y en el que muchos decían a los ciudadanos que habían vivido por encima de sus posibilidades, la austeridad también llegó a las administraciones públicas y muchos proyectos quedaron sin ejecutar, además de ajustarse los salarios los primeros espadas de la política. Estos días, el equipo de gobierno acusó al PSOE de haber pedido la subida, luego resulta que la propuesta partió del equipo de gobierno y, al final, era un acuerdo unánime al que habían llegado en la Junta de Portavoces el alcalde, Francisco de la Torre, el líder del PSOE, Daniel Pérez y el de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla, que finalmente votó en contra; a ellos se une Noelia Losada, portavoz de Cs. La medida salió adelante por los 27 votos a favor de PP, Cs y PSOE.

Esta semana, se conocieron más matices: el PSOE lo que quería es que, como recomendaba un alto funcionario, los siete ediles que tendría con dedicación no exclusiva no percibieran el 75% del sueldo, sino el 90%, como ocurría el pasado mandato. Finalmente, percibirán un 80%. Y el equipo de gobierno trataba de recuperar el sueldo anterior a la crisis de sus componentes, que crece un 20%, lo mismo que cayó. Además, se supo que había más elementos en el acuerdo, de forma que en el paquete de medidas se negoció una subida de la asignación mensual de los grupos para que estos pudieran contar con tres técnicos, después de que otra recomendación de los altos funcionarios hiciera hincapié en que los 34 cargos eventuales, que cobran del Ayuntamiento, no debían de cederse a los grupos y, por tanto, se los ha quedado el equipo de gobierno, que ha salido ganando se mire como se mire. En el anterior mandato, uno de los técnicos de cada grupo se pagaba con dinero municipal. Este pacto era fundamental para una oposición solvente.

¿Qué ha pasado? Una fuente municipal explicaba de forma muy gráfica lo ocurrido, mientras la ciudadanía bramaba encolerizada en Twitter y en Facebook criticando el primer gran acuerdo del nuevo mandato: «Todos querían una subida, pero nadie quería colgarse el sambenito de haberla propuesto». El cambio de postura de Adelante Málaga no era tal, a tenor de la explicación de Zorrilla. Por lo visto, el portavoz de la confluencia dijo expresamente, según él mismo explicó en el Pleno, que estaba de acuerdo en todo pero que el incremento salarial debía consultarlo con IU y Podemos. Esto lo ratificó el propio alcalde. Así, el miércoles por la tarde, a las 19.00 horas, las direcciones de uno y otro partido votaron y dijeron que no a la subida. Y eso votó Zorrilla. De hecho, estas fuentes explican que hubo llamadas del regidor y de Daniel Pérez a Zorrilla, o al revés, porque no queda claro, para informarse del sentido del voto de la confluencia en el mañanero pleno del jueves.

Otra fuente, distinta a las anteriormente citadas, agrega: «El PP tenía ganas y el PSOE, también». Ciudadanos, por ejemplo, lo que hizo fue consultarlo antes con su dirección y luego la portavoz, Noelia Losada, fijó postura en la Junta de Portavoces y el Pleno. Hay quien ve demagógica la postura de IU y Elisa Pérez de Siles, portavoz del PP, pidió a Zorrilla y a los otros ediles de la confluencia, Paqui Macías y Nicolás Sguiglia, que ese incremento no lo cobrasen. Lo cierto es que estos concejales tienen un tope salarial a partir del cual los ingresos van para su organización, de forma que a ellos la subida no les afecta. Bueno sí, tendrán que pagar más impuestos. Lo que evitaron fue la foto y la explicación parece lógica, sobre todo a una confluencia a la que se le exige más ética y moral que a otras. «Aquí el teléfono no ha dejado de sonar estos días pidiéndonos explicaciones sobre por qué los concejales se subían el sueldo», explica uno de los veteranos asesores de IU en referencia a las llamadas recibidas en la oficina. Hay fuentes que indican que los políticos han de estar bien pagados y creen que ahora los acuerdos de la Junta de Portavoces serán papel mojado. Pérez de Siles le dijo a Zorrilla que ellos habían dado la cara, pero este no se escondió y el alcalde ratificó sus palabras iniciales.

Otras fuentes, sin embargo, desvelan un dato: hubo intentos exploratorios del equipo de gobierno para subir los salarios ya en enero y febrero. Tocaron al PSOE. «Ya tocaba», les dijeron a los socialistas, que tenían claro que eso «el electorado de izquierdas no lo ve bien». El PSOE, insiste, sólo quería que sus concejales con dedicación parcial no cobraran mucho menos para hacer una oposición más eficaz y de ellos no partió la iniciativa.

Baile de despachos

El baile de despachos esta semana ha soliviantado a los trabajadores de los grupos municipales. El PSOE se queda donde está, pero la confluencia se muda enterita a las dependencias que ocupaban los concejales de Málaga Ahora hasta que las ciudadanía los mandó a casa. En poco tiempo, una alta funcionaria quería usar parte de la antigua sede de Málaga para la Gente para uno de sus despachos. Así, sin anestesia. El trasiego estos días ha sido notable, de forma que el principal objetivo de los técnicos era asegurar el teléfono y la línea de Internet. Lo demás ya vendrá. Por cierto, hay quien se queja de que Ciudadanos, otrora combativo, ha perdido, merced al gobierno de coalición, cierta fuerza en sus postulados. Esto lo dice una fuente, claro. Hay quien asegura que la mujer de mayor peso político de esta corporación es Susana Carillo, portavoz del equipo de gobierno, que el viernes pasado dio su primera rueda de prensa sobre la Junta de Gobierno Local. En el pleno de presupuestos, había quien esperaba que Juan Cassá no apareciera, pero lo hizo un minuto antes del inicio, sonriendo y decidido.

Presupuestos

El equipo de gobierno reconocía esta semana que está imprimiendo un ritmo acelerado a la tramitación de los presupuestos de 2019 para aprobarlos este mes. Lo cierto es que el jueves pasado se celebraron los consejos extraordinarios de todos los organismos municipales para darle el sí a las cuentas de cada uno de ellos. Y el jueves mismo el equipo de gobierno mandó las cuentas a los diferentes grupos. Así, sin anestesia. «Nos envían unos presupuestos ahora cuando hay informes fechados en febrero y abril de este año», decía una fuente, que tenía a varios concejales danzando alrededor con concejales peinando cuentas como si buscaran oro en el Oeste norteamericano. Se quejan de que les han dado poco tiempo para maniobrar. Quien se quejó públicamente de ello fue Adelante Málaga, que criticó las prisas, las formas y anunció enmiendas a todo lo que se pueda enmendar. De momento, todos están aterrizando. Ya hay ediles preguntando por multitud de cuestiones de la ciudad a quien se les ponga por delante para meter mano en diferentes temas, lo cual es buena señal. De cualquier forma, el más citado en las conversaciones de pasillo es Cassá, a quien se atribuye la llave mágica de la corporación. Parece que hay miedo a lo que pueda hacer, aunque él, en su perfil de Twitter, está más «ciudadano que nunca». Hay una sensación crepuscular en los inicios del mandato, un frenesí laboral difícil de disimular: unos quieren fiscalizar y los otros quieren comenzar ya a gobernar de verdad. Los ciudadanos, de momento, han hablado en Twitter y Facebook, la virtud y lo virtual.