La temporada alta turística en la Costal del Sol, que arranca oficialmente este fin de semana, presenta unas buenas perspectivas de empleo en un verano que se prevé de nuevo magnífico en cuanto a afluencia de turistas y ocupación hotelera El sindicato CCOO calcula que el número de afiliados a la Seguridad Social en el sector de la hostelería rozará este verano las 100.000 personas en la provincia de Málaga, un 5% por encima de las cifras del año anterior. Ya en este pasado mayo, el volumen rozaba los 91.500, un dato que sin duda se habrá ido completando en junio y también en estas próximas semanas con las últimas incorporaciones en hoteles, restaurantes, chiringuitos, discotecas o salas de fiesta de cara a afrontar la avalancha de turistas que se esperan en los próximos dos meses.

A cierre de febrero, Málaga presentaba unos 74.000 afiliados a la Seguridad Social trabajando en el sector (la gran mayoría, asalariados). Desde entonces, y con la celebración de la Semana Santa en abril como punto de aceleración, el turismo ha venido generando empleo mes tras mes, reforzándose progresivamente de cara a la temporada alta, que alcanza su momento álgido en agosto, para empezar a bajar luego a partir de septiembre. Así, se culminará con unos 25.000 empleos generados en el turismo (cifras también vaticinadas por los informes de empresas de recursos humanos como Randstad y Adecco) para acercarse a los citados 100.000.

Teniendo en cuenta la evolución de los flujos turísticos en lo que va de año, las previsiones del sindicato son que Málaga registrará este verano (contando desde los meses de junio a septiembre, ambos inclusive) un total de 2,43 millones de turistas en hoteles que realizarán 9,4 millones de pernoctaciones. Los incrementos en relación al pasado año serían así del 2,7% y del 1% respectivamente. Del total de turistas, más de 912.000 será nacionales (con un alza calculada del 6%) y 1,5 millones vendrán del extranjero (casi un 1%). Los hoteles malagueños tendrán una plantilla media este verano que alcanzará, en conjunto las 17.000 personas, con una subida prevista del 3%. La estancia media será de 3,87 días, un número prácticamente similar al del verano de 2018, siempre según el vaticinio realizado por el responsable de Turismo de CCOO, Gonzalo Fuentes, y la secretaria de Servicios de este mismo sindicato en Málaga, Lola Villalba.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Luis Callejón, afirmó que sus previsiones apuntan a un incremento de entre el 1,5% y el 2% de la cifra de pernoctaciones para este verano en relación a 2018. «El mes de junio ha sido bueno y esperamos un buen comportamiento del mercado nacional como del extranjero, con un segmento británico que se estabiliza», comentó Callejón. Aehcos, que detallará oficialmente sus previsiones en los próximos días, afirma que el objetivo es tratar de acercarse o repetir las cifras récord que se alcanzaron en el verano de 2017. Eso sí, el peso de las reservas de última hora es cada vez más importante dentro del negocio, con un peso que puede alcanzar ya el 20%.

«La estructura de las reservas se está transformando. Cada vez vendemos menos paquetes desde inicios de año y vamos más a un cliente que reserva al final. Es una situación algo tensa para los hoteleros pero no queda más remedio que adaptarse a eso», señaló. En cuando a los precios, el representante de Aehcos afirmó que la Costa del Sol se mueve en un espectro de tarifas ya aceptada por el mercado en base a una oferta de reconocida calidad, y señaló que la industria malagueña no puede rebajar los precios al nivel de otros destinos competidores como Turquía.

Afluencia en el Aeropuerto de Málaga

El inicio de la temporada alta supondrá también un periodo de frenética actividad en el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol. Las aerolíneas han programado para la infraestructura malagueña casi 16 millones de asientos para los 92.486 vuelos previstos en las 30 semanas que dura la temporada estival aeroportuaria (que arrancó el pasado mes de marzo). La fortaleza de los dos grandes mercados del aeropuerto malagueño, el europeo (195 rutas) y el nacional (30 rutas), sostiene estas cifras de progresión, que se afianzan con los crecimientos previstos en otras de sus áreas de actuación, como Norteamérica (un 7,9% más de asientos y un 6,9% más de movimientos) o el continente africano (un 62,3% más de plazas y un 43,5% más de operaciones).

Para este primer fin de semana de la temporada alta (el cálculo es desde el viernes 28 de junio al lunes 1 de julio), las compañías aéreas han programado casi 2.000 vuelos (1.955, concretamente) y han ofertado 326.202 asientos. Hubo 482 vuelos programados y 78.197 asientos el viernes, 500 movimientos y 85.409 plazas el sábado, 489 aterrizajes y despegues y 82.460 asientos hoy domingo y 484 operaciones y 80.136 plazas mañana lunes.

Temporalidad excesiva

Volviendo al tema del empleo, el sindicato CCOO insiste en que la precariedad sigue siendo el principal lastre de la industria turística. Y es que los sindicatos lamentan que los años de excepcional bonanza que está firmando el sector en Málaga en cuanto a volumen de turistas no estén dejando una mejora acorde en la calidad de las contrataciones. La principal queja viene por un uso de la temporalidad por parte de las empresas que se considera «abusivo», unido a un creciente peso del trabajo a tiempo parcial en detrimento de la jornada completa. Fuentes recordó que, en comparación con los datos a nivel nacional, Andalucía y Málaga están bastante por encima en cuanto a tasa de temporalidad.

Según CCOO, los trabajadores temporales se ven además «doblemente penalizados por el tipo de jornada, ya que dentro de este grupo, más del 40% tienen su contrato con jornada parcial. La imposición de esta modalidad de empleo por parte de las empresas impide a los trabajadores obtener un salario suficiente para llegar a fin de mes.

Ese cuadro laboral se completa con el hecho de que en la hostelería registra meses donde hasta el 97% de los contratos que se firman son temporales, pese a que algunos de los puestos que se cubren con ellos responden a necesidades permanentes de la empresa. «Muchos contratos temporales están en fraude de ley», reiteró Fuentes.

Otro gran problema, en este caso de la contratación a tiempo parcial, son los casos de fraude laboral. «El empleo por horas un verdadero foco de economía sumergida. Hay personas que están contratadas dos o cuatro horas al día pero que en realidad echan ocho o más y descansan sólo un día», señala el sindicalista, que aboga por introducir cambios en la legislación que atajen esta situación.

«La Inspección de Trabajo no tiene medios suficientes para poder controlar un fraude que está muy generalizado. Algunas empresas dan de alta al trabajador por unas horas y lo tienen aleccionado para que, en el caso de que llegue un inspector de visita, diga que sólo trabajan lo estipulado en el contrato. Y ellos acceden por miedo a perder el empleo», denuncia. Fuentes ya ha comentado en varias ocasiones que otras zonas turísticas como Baleares sí tienen un refuerzo de inspectores de cara al verano gracias a un convenio firmado por el Gobierno y pide algo similar en Andalucía.

El sindicato, por otro lado, ya ha advertido de que este verano vigilará el sector de los chiringuitos para comprobar que todos los trabajadores están dados de alta con contrato laboral y echan la jornada laboral que les corresponde.