El pulgar ha pasado de ser necesario para escribir y otras actividades puntuales diarias a ser protagonista con el teléfono móvil, un dispositivo que ha cambiado nuestra forma de relacionarnos y que ya está detrás de nuevas dolencias que motivan la visita al médico. La fisioterapeuta y profesora asociada de la Universidad de Málaga (UMA) Raquel Cantero está inmersa en una investigación en la que ha demostrado que el uso de estos dispositivos están detrás de las dolencias de este dedo.

En un proyecto que desarrolla de manera conjunta con un grupo de Italia (Fondazione Don Carlo Gnocchi) y otro de Estados Unidos (Gannon University) desde el año 2011, esta fisioterapeuta especializada en la mano desde hace 20 años ha demostrado que en muchos afectados, el dolor del dedo pulgar está relacionado con el uso del móvil, una causa nueva que supondría un paso más en la evolución de la mano y que ya fue publicado en la revista científica Reumatismo.

La investigación se centra en la actualidad en cómo abordar el problema y mejorar el pronóstico del paciente sin necesidad de intervención quirúrgica. Y es que hasta hace una década, las personas que presentaban dolor en el pulgar era por causa degenerativa, según informó la fisioterapeuta Cantero. Un dolor que desarrollaban las personas mayores y que desde hace unos años se ha instaurado en jóvenes de entre 15 y 30 años, sobre todo.

«Es un dolor muy relacionado con la actividad y el gesto que se realiza al usar el móvil», explicó la especialista. Sobrecargas musculares que pueden dar lugar a tendinopatías o gangliones en una zona que hasta hace no mucho era algo casi impensable entre las personas jóvenes. «La patología no es nueva, es un dolor en el pulgar que conocemos, pero la causa sí está cambiando. Ahora utilizamos más el pulgar», reiteró.

La mitad de las personas que pasan por su consulta están relacionadas con alguna dolencia del pulgar y la tendencia es que vaya a más. Las redes sociales y el consumo durante horas seguidas de videojuegos tipo Fortnite, según enfatizó la especialista, están detrás de todo esto. «Pulsar el botón del ascensor, agarrar el bolso... Son gestos tontos que provocan sobrecarga. A eso súmale que los jóvenes siempre están con el móvil o juegan al Fortnite ocho horas seguidas...», sentenció. Una situación que ha comprobado entre algunos de los afectados que han acudido a ella.

«Se utiliza con mucha frecuencia y mal porque la posición no es la adecuada. No es que haya una buena, no hay estudios biomecánicos para el uso adecuado pero se puede controlar el uso -de dispositivos- y educar», explicó. Algo similar a trabajar como las pautas que deben tener en cuenta las personas que pasan muchas horas sentados para evitar dolores en la espalda y que ya está instaurado con normalidad en nuestras vidas. Sin embargo, son muchos que al ser un simple dolor en un dedo de la mano no acuden al especialista de primeras; esperan a que esa dolencia interrumpa su vida cotidiana e impida actos tan simples como abrocharse un botón, doblar una llave o coger una cuchara.

Especializada en patologías de la mano e investigadora dentro de esta especialidad desde hace 15 años, Raquel Cantero indicó que para tratar el dolor ha creado unas férulas a medida para que la columna del pulgar no soporte toda la carga. Una fórmula que se coloca por las noches y que en casos muy agudos también es necesario llevar por el día, sobre todo, en aquellas actividades en las que el pulgar sufre. Eso, sumado a la práctica de ejercicios específicos para trabajar la musculatura de la zona, son las pautas que por el momento se llevan a cabo para eliminar el problema . Un trabajo en el que sigue profundizando esta profesora para mejorar. «Estamos enfocados en cómo mejorar ese dolor y cómo educar para usarlo sin hacer más daño del que ya se ha hecho», expuso.

El dedo pulgar ha ganado protagonismo conforme el paso de los años. Si nos remontamos tiempo atrás, el mono lo usaba para hacer un agarre bruto frente a la actividad más precisa que realiza ahora como puede ser abrochar un botón, según explicó la experta. Un cambio a lo largo de los siglo que podría dar lugar a modificaciones futuras sobre cómo se conforma ese pulgar.

En cuanto al resto de patologías que llegan a consulta y que no están relacionadas con el dedo pulgar, Cantero aseguró que las patologías degenerativas son muy comunes entre las mujeres, así como las tendinitis y lo que se conoce como dedo en resorte son las tres dolencias más comunes en su día a día. Un consejo para aquellos que comienzan con molestias de algún tipo en la mano que da esta experta: «Ve a consulta antes de que el dolor se instaure y no te dejes asesorar por el doctor Google».