Otro verano más, Lemia Ahmed Ahmed había regresado a Ceuta desde Málaga con los deberes más que hechos. Con buenas notas en sus estudios de segundo curso de Criminología y con la ilusión añadida de que iba a compartir piso con una compañera de clase y otras jóvenes con las que sentía una especial conexión. Ya había aportado la documentación necesaria para el nuevo alquiler y el trámite iba bien hasta que la casera se percató de que la joven procede del barrio ceutí de El Príncipe. Este dato lo cambió todo hasta el punto de que, este martes, a Lemia Ahmed Ahmed no le quedó otra opción mejor que la de desahogarse en las redes sociales para relatar lo que, de repente, le estaba sucediendo. Su incorporación al piso de estudiantes, situado en las proximidades del campus de Teatinos, le había sido denegada por apellidarse doblemente Ahmed y proceder de una zona de la ciudad autónoma etiquetada como controvertida.

En cuanto la historia irrumpió en Twitter con el mensaje que escribió desde su cuenta, las muestras de apoyo e indignación no se hicieron esperar. Tanto cariño ha recibido esta universitaria que, enseguida, habló con otra joven que le ofreció su piso para compartirlo y ya ha llegado a un acuerdo con una nueva casera. Su residencia estará algo más apartada de la facultad de Derecho, en la zona de calle La Unión de la capital malagueña, pero bien conectada en transporte público con su centro de estudios.

Una vez que ya cuenta con otro piso en el que, tras el verano, residirá en Málaga para cursar tercero de Criminología, Lemia Ahmed Ahmed mira hacia adelante, aunque a veces sus respuestas se entrecortan cuando tiene presente lo que hay detrás de lo que ha pasado. El hecho de que le hayan dicho que la propietaria del inmueble ha trabajado como fiscal en el barrio de El Príncipe y que esta fue la causa que la llevó a rechazarla, le molesta especialmente. A su juicio, "todo es muy injusto". "Puedo entender que me echen para atrás porque no aporto una nómina, aunque tampoco me parece bien que gente honrada no pueda acceder a veces a la vivienda por eso, al menos sería una razón objetiva, pero es que ni siquiera he podido tener una entrevista con la casera", ha añadido mientras disfruta del periodo de vacaciones en su Ceuta natal.

Esta ciudad y, en concreto, la misma barriada que llegó a inspirar una serie de Telecinco, es la geografía de la que no está dispuesta a renegar por mucho que haya sido estigmatizada por ello. "Me han rechazado por algo que me va a acompañar toda la vida, las etnias y las razas son una cosa y una cuestión cotidiana como lo del alquiler es otra distinta, mis apellidos son míos y El Príncipe es el barrio en el que he crecido y donde mi familia me lo ha dado todo, no me lo va a quitar nadie", ha afirmado con convencimiento.

Esta brillante estudiante de la Universidad de Málaga no se esperaba que el único problema que ha tenido, de momento, en relación a los estudios le llegara por una cuestión externa que, para más inri, está relacionada con sus raíces: "Me duele que no se vea todo el esfuerzo que hacen mis padres para que yo pueda estar en Málaga estudiando y mi hermano tenga un trabajo fijo, es inevitable sentir un poco de impotencia ante este tipo de situaciones", concluye Lemia Ahmed Ahmed para pasar página respecto a un obstáculo que, enseguida, le ha brindado una nueva oportunidad. Ella se queda con eso. Con la oleada de cariño que ha seguido a su tuit. Mientras lo agradece, su voz derrama la misma fuerza con la que persigue por el campus universitario de Teatinos el sueño que le permita volver a su barrio ceutí de El Príncipe con dos carreras. Con Criminología y con Derecho. Ese día, el gesto racista de la casera ya solo será una triste anécdota.