El informe económico-financiero sobre los ingresos que prevé el Ayuntamiento de Málaga para el ejercicio de 2019 gracias a los diferentes impuestos y tasas revela que la nueva figura creada este ejercicio para gravar la actividad de las viviendas turísticas en la capital prevé que fluyan hasta las arcas consistoriales un total de 316.310 euros para esta anualidad, según se recoge en la documentación de los presupuestos que habrán de ser aprobados en julio gracias a los 14 ediles del PP y los dos de Cs, llegando así a la mayoría absoluta.

La tasa de recogida de basuras se enmarca en el epígrafe actividades económicas y en total (en todos los sectores, incluidos los parques empresariales) aspira a recaudar 4,59 millones de euros.

La tasa se aprobó en el pleno de septiembre de 2018 y los propietarios de casas turísticas en la capital tenían hasta el pasado uno de abril para hacer la correspondiente declaración y pagar a las arcas municipales lo que les correspondiera. Para concretar la tarifa de esta nueva tasa, el Ayuntamiento se guió por la actual tarifa del servicio de hospedaje y creó cuatro tramos. El primero, para viviendas de una a cuatro plazas, por las que se pagarán 63,9 euros; el segundo, para pisos vacacionales de cinco a ocho plazas (127,80 euros); el tercero, para casas de nueve a doce plazas (191,70 euros) y las de más de doce deberán abonar 255,6 euros. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre

El equipo de gobierno municipal, requerido por vecinos, hosteleros y oposición, venía desde hace meses estudiando una fórmula para gravar con alguna tasa o tributo a las viviendas turísticas, como avanzó hace casi dos años el entonces edil de Turismo, Julio Andrade.

El presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA), Carlos Pérez-Lanzac, explica que las tasas se pusieron en abril y que los que a día uno no lo pagaron, verán incrementada la cuantía con un recargo, pero advierte de que se ha interpuesto un recurso en la jurisdicción Contencioso-Administrativa contra la decisión del equipo de gobierno, refrendada en el pleno, ya que los dueños de estas viviendas turísticas pagan la tasa de basura que está inserta en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), por lo que abonar esta nueva tasa los penaliza doblemente. «Esta tasa está duplicada, es un doble hecho imponible», subraya. «No puede existir otra. El Ayuntamiento nos iguala con una actividad económica, pero oponemos a ello que no lo somos y, si lo fuéramos, pagaríamos menos tasa de basura, igual que ocurre con los hoteles», indica. También recuerda que muchas casas solo se alquilan unas semanas al año, por lo que deberían pagar proporcionalmente al tiempo de ese uso. En la capital hay actualmente en torno a 5.000 viviendas turísticas inscritas en el registro oficial de la Junta de Andalucía, aunque trescientas se han dado de baja y hay un porcentaje que no están activas. Hay propietarios que se hacen con la licencia por si en el futuro quieren alquilarlas a turistas y también hay inmobiliarias que la han adquirido.

Los clientes principales de estas casas son familias (45%), seguido de parejas y también hay muchos que buscan alojamiento corporativo (estancias por trabajo). Además, recuerda Pérez-Lanzac, casi todos están pagando la casa y las notificaciones del Consistorio aún no les ha llegado a la totalidad de los propietarios.