A finales de febrero y solo 15 días antes de comenzar su jubilación, Víctor Baena decidió aplazar el descanso y ponerse al frente del Hospital Regional Universitario de Málaga; 6.300 trabajadores repartidos entre el antiguo Carlos Haya, el Materno Infantil, el Hospital Civil y el CARE José Estrada que representan gran parte de la sanidad pública de Málaga ciudad. La carrera de una vida como urólogo entre esas paredes ha pesado para seguir ahí. Colgó la bata pero todos los días a las 8.15 horas se reúne con el equipo de «primeras espadas» del centro para abordar la jornada tras un primer café fuera con los compañeros. A partir de ahí, reuniones, actos y un no parar. Un paseo diario no lo perdona y la gestión de oficina se la lleva a casa por las tardes. Cuando está muy agobiado, el bricolaje y trabajar con las manos son una vía de escape. El cirujano sale para ponerle la cabeza en su sitio.

En febrero de 2019 asume la gerencia del Hospital Regional, ¿cómo ha encontrado la dirección y cuáles son los principales temas a abordar en estos meses?

La dirección bien, ha habido una renovación del equipo directivo bastante profunda. El equipo saliente lo estaba haciendo bastante bien, pero claro, tienes que tener gente de tu confianza y que comparta tu visión. Ahora tenemos un equipo bastante cohesionado y unido en cuanto a la idea de cómo tenemos que hacer las cosas y estamos consiguiendo bastantes avances. La prioridad viene marcada por las órdenes que recibimos del plan de choque. El Hospital Regional llevaba desde 2018 haciendo quirófanos de tarde; tenemos pocos quirófanos y anestesistas en comparación con otros hospitales, y había que abrir las tardes para mantener una demora aceptable. El plan de choque nos pilla mejor posicionados que a otros hospitales y por ello tenemos menos problemas. Hemos ampliado la actividad de tarde, antes estaba enfocado a operar en tiempo a los pacientes de decreto y ahora ampliamos a los que llevan más de un año de espera. Hemos reducido en un 25 por ciento esa bolsa de pacientes de más de un año en lista de espera.

Antiguo jefe de Servicio de Urología y con su carrera en este hospital, conoce bien cómo funciona. ¿Cómo ha sido posible ese desfase en las listas de espera?

Aquí se ha publicado durante muchos años la demora de los pacientes que estaban sujetos a decreto -plazo máximo para hacer una prueba o cirugía-. Salía publicada la demora media de Carlos Haya, que eran 65 días, y yo siempre pensaba que en 65 días no le ha visto ni el anestesista, pero solo se sacaba la foto de los pacientes en decreto; cataratas, juanetes y otras patologías que el Gobierno anterior priorizaba. Al meterlo todo, las demoras crecen y hoy día creo que estamos haciendo las cosas bien y se contemplan todos los pacientes, no solo los de decretos. De esos sesenta y picos días de espera ahora estamos en 150. El plan de choque era necesario y en el Hospital Regional, al venir ya desde el 2018 haciendo una actividad, si encima la incrementamos, los resultados están siendo favorables.

Con esta situación, ¿por qué no se han publicado las listas de espera?, ¿para cuándo se prevé?

Yo creo que se van a publicar pronto pero hemos bajado un 25 por ciento la demora media, estamos en 154 días. Hemos operado a 300 pacientes que tenían más de 365 días de espera. El rendimiento de quirófanos lo hemos mejorado, operamos unas 90 operaciones diarias con anestesia, tenemos 31 quirófanos abierto por la mañana y unos 14 por la tarde y la lista de espera, como número global puedo decir que de 200 y pico días de media hemos bajado a 150. Estamos actuando en lo urgente, lo neoplásico y en lo que normalmente no llegamos a operar porque no tenemos quirófanos ni medios.

Qué pesa más en Málaga, ¿la falta de dinero para infraestructuras o para contratar?

Los dos van parejo, ¿no? Históricamente Carlos Haya no ha estado bien dotado de estructura. Fue un error ir haciéndose cargo de todos los hospitales que cerraban. Hacer el Materno donde se hizo también fue un error histórico porque teniendo sitio aquí detrás del pabellón A y B no tenía sentido ni sé por qué se hizo. Cuando se cierra la Cruz Roja nos hicimos cargo de ella, se va el personal del Hospital Civil al Clínico y nos hacemos cargo del Civil... En vez de decir vamos a crecer de forma ordenada se hizo por colaborar; ese es uno de los signos que definen a este hospital.

Otros hospitales más grandes que el nuestro, cada cosa nueva suponía más gente, más quirófanos, habitaciones y nosotros es con lo que tenemos. Llega un momento en el que a pesar del estupendo trabajo que se hace y del esfuerzo de los profesionales no damos abasto ni en estructura, ni en personal, ni en inversiones, ni en dinero. Hace falta de todo.

Málaga tiene la peor ratio de camas por habitante de España. Si pudiera aumentar ahora mismo alguna especialidad o área ¿cuál sería?

Ahora mismo tenemos como prioridad o puntos calientes, ya que podemos tener conflicto si no actuamos rápido, las Urgencias, especialmente en las del Hospital Civil. Aquí -en el conocido como Carlos Haya- se está actuando y esta obra que termina el año que viene la va a convertir en una Urgencia del siglo XXI con más personal y equipamiento. Las Urgencias del Hospital Civil están en un sitio que no es el idóneo, la estructura es un pasillo a lo largo con las consultas como si fuera un vagón de tren y hoy día se tiende a que todo sea cuadrado y desde cualquier punto de vista tu estés a poca distancia del centro. Queremos crecer, a ver si podemos hacia la zona de Psiquiatría moviendo la comunidad terapéutica a otro edificio.

Funcionamos en todos los aspectos como si no se fuera a hacer el nuevo hospital pero tenemos que tenerlo en cuenta. Todas las actuaciones que hagamos de obras e infraestructuras tienen que ir de acuerdo al plan final. Por otra parte el Hospital Regional tiene una ventaja y el plan funcional que se hizo por 300 profesionales y definió la foto de la Málaga de aquí a 30 años a nivel sanitario recoge todo lo que tenemos que hacer. Lo estamos exportando a otras ciudades como buen trabajo de planificación.

¿Qué le genera más dolor de cabeza, los sindicatos o los profesionales que se unen para reivindicar mejores condiciones?

La verdad es que los profesionales de Carlos Haya son gente muy comprometida. Es un hospital poco conflictivo, hay mucho compromiso y todo el mundo está por que el hospital mejore y la sanidad sea viable a largo plazo. Hay aspectos puntuales pero van más en relación con la presión asistencial que tenemos y los medios muy justos que tenemos. Los sindicatos son necesarios y tenemos que agradecerles mucho del bienestar que tenemos, pero hay una cosa que se llama responsabilidad social. Si piden algo para sus afiliados sin tener en cuenta el conjunto no están haciendo un bien tampoco a la sociedad, pero no estamos teniendo grandes problemas con los sindicatos. Estamos en una etapa de entendimiento mutuo y colaboración.

El año que viene abre la ampliación de las Urgencias del Hospital Regional. ¿Dejará de haber saturación y horas interminables para tener una cama?

Para después del verano de 2020 estarán listas. Tenemos picos de alta frecuentación y desde que abrimos más quirófanos de tarde la hospitalización está al límite, pero en lo que va de año no hemos tenido que suspender ni una actividad por falta de camas. Siempre se ha conseguido seguir funcionando, quizá con demasiada ocupación pero no hay que confundir la alta frecuentación de Urgencias con la falta de camas. Una cosa es que tengamos mucha gente en Urgencias pero si solo ingresamos al 5 por ciento te da una idea de que nunca se ha dejado más tiempo del debido en Observación ni hemos suspendido un quirófano por falta de camas. Toda la actividad programada se ha hecho, a veces en camas calientes cono decimos; se ingresa cuando se está dando de alta al de la mañana, pero esa es nuestra obligación, hacer posible toda la asistencia que podamos.

¿Por qué no se abren más quirófanos por la tarde?

Nos faltan camas. Aparte de que es voluntario y la respuesta ha sido modélica, crecer por la tarde está limitado por las camas. La cirugía mayor ambulatoria, sin ingreso, se opera por la mañana y se pueden ir por la tarde, pero si operas por la tarde ya ocupas una cama y tenemos dificultades. Más de lo que estamos haciendo sería difícil mantenerlo en cuanto a la hospitalización; es nuestro cuello de botella.

¿Cuántas camas necesita para agilizar eso?

800. El nuevo hospital.

Parte de la plantilla está en edad próxima a jubilarse; pediatras, anestesistas, ¿cómo encara este desafío?

Tampoco depende de nosotros y los hospitales grandes vamos a tener quizá menos problemas porque si tenemos un efecto llamada es incuestionable. Estamos en el centro de las ciudades, con un nivel de asistencia superior a otros... Ha sido una falta de previsión absoluta y lo veíamos desde hace tiempo. Hay servicios aquí, como el mío de Urología, que se ha renovado al 80 por ciento, pero hay otros que en los próximos cinco años se les va a ir más de la mitad de los profesionales. No tenemos anestesistas y se forman muy pocos, no tenemos otorrinos, radiólogos... Todas las especialidades están en déficit y lo único que podemos hacer ahora sería un MIR extraordinario, aumentar las plazas de MIR, aumentar las plazas de estudiantes. Son medidas a medio plazo, a corto plazo lo vamos a pasar mal.

La dificultad para encontrar profesionales para verano ha hecho que en las Urgencias del Clínico o centros de salud se contrate a personal sin MIR, ¿va a recurrir el Hospital Regional a esto?, ¿cómo prevé el verano?

Hemos hecho bastantes más contratos de sustitución que el año pasado. En cuanto a Urgencias, a algunos especialistas los hemos contratado para que hagan las guardias en Urgencias, muchos de los residentes que no han querido irse de Málaga a la espera de un contrato van a echar una mano. Con eso hemos organizado una actividad de verano bastante aceptable, aunque siempre con una sobrecarga de trabajo.

Las Urgencias hospitalarias son uno de los puntos calientes de las agresiones sanitarias. ¿Cuentan con todas las medidas disuasorias

Siempre se puede hacer más pero una de las prioridades que tenemos es el cuidado de los trabajadores y la agresión es lo máximo que se puede llegar. Se están haciendo procedimientos de denuncias para cualquier tipo de agresión, apoyamos muchísimo a los profesionales e incluso el delegado Carlos Bautista visita personalmente a alguno de los agredidos. Primero es proteger y luego actuar sobre los agresores. Esas son las dos líneas de trabajo con protocolos, formación...

Acaban de poner en marcha el nuevo acelerador lineal, hace poco se abrió la resonancia del Materno... ¿Qué proyectos de futuro hay?

Queremos hacer más quirófanos. Tenemos hueco en la tercera planta del pabellón B y ahí queremos hacer uno pero todo esto va con proyectos, licitaciones y permisos. Queremos hacer otro en el sótano del Materno, en las Urgencias, y otro donde está la resonancia que va un quirófano híbrido con Neurocirugía. Estaría próximo a la resonancia para ir controlando la intervención, por si hay que quitar algo más de tumor... Será el primero o segundo de este tipo y va a dar un avance en calidad.

Tres quirófanos, ¿ cuándo?

Como son obras mayores, quizá el quirófano híbrido, que ya tenemos la habitación, quizá pueda ir un poquito más rápido. Los demás están en proyecto y tienen unos trámites mínimos de seis o siete meses mientras lo ve el arquitecto, lo supervisa...Por eso están en la planificación para 2020.

¿Echa de menos la Urología, su antigua actividad?

Sí. Terminé la carrera en el 79 y la especialidad en el 85 y llevo muchos años trabajando. Yo ya me iba a jubilar, el problema es que uno tiene amigos muy amigos que no son buenos amigos y me convencen... Toda mi vida he estado comprometido con el Carlos Haya y yo quiero al Carlos Haya. Aquí ha habido gerentes y «gerentas» que no han querido el Carlos Haya, han venido a mantenerse pero no a trabajar por el hospital. Todo eso que yo he comentado, si me dan la opción de hacerlo; fue lo que me decidió a cambiar. Me jubilaba 15 días después de decir que sí; la Urología ya ha pasado a un segundo plano.

¿Cuáles son las grandes cifras de la actividad del Hospital Regional?

Abrir el hospital es un millón de euros diario, la mitad va para personal y la otra mitad para aparatos, fungibles y de ahí, 225.000 euros para farmacia hospitalaria. Que la población sepa que mantener esto es carísimo y por eso es tan importante que se haga muy bien. Hacemos unas 90 intervenciones al día con anestesia, hemos reducido en un 28 por ciento los pacientes en lista de espera con más de 365 días, la demora media en un 25 por ciento, atendemos mil urgencias diarias y en un mes vemos a 30.000 personas. En un año, casi toda Málaga pasa por las Urgencias de Carlos Haya. Ingresamos una media de cien pacientes diarios, casi un 40 por ciento menos de partos en el último decenio, hacemos 2.400 consultas al día, 1.800 pruebas diagnósticas, 3.500 analíticas al día. Un presupuesto de cerca de 400 millones anuales y casi un millón de euros diario solo para abrir la puerta.

¿Cuenta Málaga en la actualidad con los recursos necesarios para dar una asistencia de calidad mientras se construye ese tercer hospital?

No son suficientes. De compromiso de los profesionales, los hospitales de Málaga en su conjunto, si metemos el Clínico, Ronda Vélez y Antequera, se está sacando mucha actividad con mucho esfuerzo en comparación con otras ciudades que están mejor dotadas. Pero mientras llega ese tercer hospital el compromiso es que no podemos dejar de atender.

Por cierto, ¿qué le parece el proyecto del tercer hospital?

Lo más rápido y mejor para nosotros es que se hiciera en los terrenos del Hospital Civil. Ahora, arquitectos e ingenieros tienen que decir si tiene viabilidad técnica, ahí nosotros... Queremos un nuevo hospital donde sea, donde digan los técnicos y queremos que se haga rápido. Hay una voluntad tremenda de que se haga cuanto antes.