El presidente del Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga), el doctor Juan José Sánchez Luque, ha exigido a la Administración un plan contra los agresores de profesionales sanitarios, incidiendo en medidas más duras y señaló que ya «no valen paños calientes».

Así, indicó que en lo que va de año se han abierto un total de 28 expedientes por agresión a facultativos, igualando ya a las registrados en todo 2018. En estas cifras sólo se contemplan las acciones contra médicos, que lleva la asesoría jurídica de la institución colegial, a los que hay que sumar los sufridos por otros profesionales como enfermeros y celadores.

Incluso, apuntó que en alguna reunión, algún sindicato ha sugerido la posibilidad de poner sanciones parecidas a las del carné por puntos para los conductores.

«Es muy grave que estas cifras (de agresiones a médicos) igualen en seis meses a las de todo el año pasado; es una lista interminable», lamentó Luque, quien pese a la buena voluntad y las muchas reuniones con la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía, Guardia Civil, Policía Nacional, Subdelegación del Gobierno y la creación del interlocutor sanitario «esto problema no se soluciona».

La escalada de agresiones en lo que va de año demuestra, recalcó, «que no se encuentran las soluciones adecuadas». Por ello, el doctor y presidente de los médicos malagueños incidió en que «ha llegado el momento de que la Administración ponga en marcha un plan para el agresor, no para el agredido porque las llevadas a cabo no conducen a nada y no resuelven el problema».

Sanciones más severas

Esas sanciones más duras, relató, tanto judicial como administrativas, pueden ir en la línea de ordenes de alejamiento de manera que el agresor no pueda entrar en su centro de salud o su hospital si lo necesita, sino que le obliguen a i a otros de zonas más alejadas, «no como ahora que queda en multa y punto».

«Tienen que ser medidas más duras, más sancionadoras, no valen paños de agua caliente», subrayó Juan José Luque, quien admitió que en esta nueva etapa en la Junta de Andalucía hay una «voluntad magnífica» pero «hay que ser más severos».

Puso como ejemplo una campaña puesta en marcha hace unos años por el propio Colegio de Médicos de Málaga en los autobuses de la capital y que decía: «No me insultes», no me agredas». «Echo de menos que esta campaña de educación sanitaria la asuma quien tiene medios», apostilló.

Sobre el hecho de que los sanitarios tengan la condición de autoridad pública, aclaró que esta figura no se da en el ámbito privado, donde hay un bajo porcentaje de agresiones «pero hay que tenerlo en cuenta».

Luque incidió en que hay que intentar no llegar a las movilizaciones de los profesionales sanitarios pero sí ahondó en la preocupación existente por esta «escalada» de agresiones, y ha confiado en que no se produzca alguna donde el daño pudiera ser «más grave o irreparable».

«No vale mejorar la coordinación sino concienciar y medidas concretas y directas», enfatizó, añadiendo que el perfil de los agresores es el de personas sin delitos penales previos por lo que la sanciones no llevan a prisión porque no existen antecedentes.

Para Juan José Sánchez Luque, el clima de violencia hacia sanitarios «se ha ido de las manos», considerando que el problema de fondo es la «poca educación» sobre los servicios sanitarios: «Han vendido constantemente que tenemos la mejor sanidad y los pacientes se creen que pueden pedir lo que quieran y esto ha generado una bola incontrolable».