La provincia de Málaga tiene una superficie agraria y forestal de más de 637.000 hectáreas según los últimos datos facilitados por el Sistema de Información Geográfica de parcelas agrícolas. De ellas, el 50% está ocupada por pastos y usos forestales y del resto, 102.564 se dedica a cultivos y 205.517 a cultivos permanentes. Esta riqueza agraria conforma un territorio heterogéneo para el cultivo de productos, ademnás de una variada ganadería con un denominador común de calidad. Para mantenerlo, los trabajadores de este sector se esfuerzan por mejorar los procesos de producción con criterios de sostenibilidad y calidad para sacar el mayor partido a los procesos de plantación, recolección o crianza.

A estos trabajos también se han incorporado las labores de las plataformas geoespaciales, el Bigdata o los visores que ayudan a sacar el máximo partido al ámbito agroalimentario de la zona, donde la agricultura y la ganadería generaron una producción valorada en más de 824 millones de euros en 2017. Estas cifras las convierten en sectores esenciales de la economía malagueña.

Uno de estos proyectos que permiten potenciar estas actividades es el desarrollado por la empresa malagueña Cartometrics, que mediante aplicaciones basadas en mapas, geolocalización y datos obtenidos a partir del análisis de imágenes obtenidas vía satélite, permiten a ganaderos y agricultores gestionar la producción, transformándola en una labor más sostenible. «La idea es que estos trabajadores puedan mantener un control encada uno de los elementos que conforman esa actividad ganadera o agrícola, convirtiéndolas en actividades totalmente eficientes», señala Carmen Larragay, responsable de la gestión de proyectos de Cartometrics.

Mayor bienestar y producción

Una ganadería inteligente basada en dispositivos externos como un collar que hace las funciones de sensor, GPS y acelerómetro proporcionaría información relevante sobre el comportamiento del ganado, sus recorridos, organización o relaciones entre ellos. Datos esenciales puestos a disposición del ganadero a través de una interfaz de fácil manejo a la que tendría acceso y que le permitirían gestionar de forma personalizada cada uno de los animales, en caso de que fuera necesario. «En el caso de los animales que pastan en el exterior, éstos pueden realizar un recorrido diario aproximado, pero si durante varios días esta distancia cambia, algo pasa. A través de los datos que podemos proporcionar, el ganadero podría saber qué es lo que ocurre, dándole la posibilidad de actuar sobre el problema de una forma más precisa y directa», explica Larragay. A este control del animal, se le suma el del proceso de alimentación y pastoreo. Mediante unas tarjetas RFID o identificación por radiofrecuencia, se detecta de qué animal se trata o qué ración de comida es la adecuada según su peso, nivel de actividad, estado de salud, etc. «El animal que está en un estado continuo de bienestar está predispuesto a producir más leche, por lo que esta tecnología, además de ser beneficioso para él, lo es para el propio ganadero», señala.

Otro de los proyectos en los que está trabajando esta empresa liderada por cuatro jóvenes andaluces s una plataforma de análisis de imágenes obtenidas vía satélite de alta precisión que realizan una evaluación continúa del estado de los terrenos y cultivos facilitando al agricultor la toma de decisiones y datos actualizados a diario. Basándose en índices de vegetación y humedad extraídos de toda la extensión de cultivo, Cartometric selecciona el trozo de terreno más adecuado del que se dispone para un producto específico. «La recopilación de innumerables datos referentes a la parcela agrícola posibilita la creación de mapas de fertilizantes y regadíos que permitirían una microgestión a partir de la cual, se podría ir personalizando el cultivo de las diferentes regiones, ya que pueden tener cuidados y usos muy diferentes dependiendo de su topografía».

Esta plataforma web facilita la toma de decisiones respecto a qué cultivo plantar, un mapeo actualizado y una comparativa de la propia cosecha con las que detectar las necesidades hídricas de las plantas, cuáles son las zonas de mayor producción y la presencia de plagas de forma temprana.