Hace un año que la Unidad del Sueño del Hospital Regional de Málaga abrió sus puertas. Una consulta en la que buscan respuesta aquellos a los que les roba el sueño algo que va más allá de un mal momento o la cena copiosa que hizo hace unas horas. Narcolepsia, trastornos del ciclo circadiano, insomnio, síndrome de las piernas inquietas o trastorno de conducta durante el sueño REM, son las principales patologías que abordan los especialistas.

El neurólogo José Carlos López y la neurofisióloga Victoria Fernández son dos de los cinco facultativos que están al frente de esta consulta semanal ubicada en el Hospital Civil y por la que han pasado entre 200 y 300 pacientes. Un servicio que no está presente en todos los hospitales públicos de la región y que surge ante la necesidad de ayudar al paciente a conciliar el sueño y eliminar la ingesta de pastillas sin el abordaje adecuado por parte de los médicos.

La demanda en este primer año se ha incrementado poco a poco y a partir de septiembre abren la consulta un segundo día por semana, lo cual duplicará el número de pacientes atendidos.

«El paciente llega tarde y lo más frecuente que dice es que no puede dormir», explica la doctora Fernández, un problema con el que conviven hasta 30 años en algunos casos antes de intentar solucionarlo. A la que se accede a través del neurólogo o en algunos casos del neumólogo si, una vez tratada la apnea, el paciente no logra dormir por la noche. El insomnio es el que está detrás de gran parte de sus pacientes y con él, las ganas de dormir durante el día que acompañan al afectado. «Normalmente el insomnio está asociado a otras cuestiones como la ansiedad o la depresión», sentencia la doctora. Un problema que puede estar motivado por factores muy dispares y por lo que se plantea la inclusión futura de especialistas de Neumología, Psiquiatría, Psicología e incluso Otorrinolaringología. El abordaje multidisciplinar es el camino para recuperar el sueño perdido y dejar atrás la automedicación.

Es por ello que ambos especialistas aconsejan que en cuanto una persona vea afectadas sus labores diarias por no dormir bien y no se trate de algo puntual acuda al médico de familia para ver qué sucede. No dormir tiene consecuencias nefastas en nuestro día a día; cansancio, falta de concentración, bajo rendimiento laboral, alteración del carácter e incluso es un motivo de baja entre los empleados. Atajarlo es vital para retomar la normalidad.

Patologías

Más allá del insomnio, el neurólogo López incide en una serie de patologías más específicas pero menos frecuentes que llegan a la consulta y que se pueden abordar con un diagnóstico y tratamiento adecuado. El síndrome de piernas inquietas es uno de los que más tarde se diagnostica y el paciente a veces tarda años en dar con lo que sucede, algo que cada vez ocurre menos al acudir al médico de familia y derivarlo a los especialistas y este tipo de consultas. A la del Hospital Regional acuden pacientes de Cádiz, Melilla, Algeciras, además de los procedentes de Málaga.

Su principal síntoma es la dificultad de quedarse dormido ante la necesidad de estar sentado o de pie por las molestias que le produce estar tumbado en las piernas.

La narcolepsia es otra patología que llega a esta consulta. La incontrolable acción de dormirse unos segundos e incluso algún minuto en cualquier circunstancia motiva a que el paciente acuda rápidamente a consulta. Un problema que requiere de pruebas previas y tiene un tratamiento que mejora la calidad de vida del paciente. «Tienen la sensación de sueño, están sentados, pierden el tono y caen. No lo pueden controlar», explica la doctora. Aun así, los especialistas advierten de que en este tipo de patologías el tratamiento debe ser controlado y revisado en el tiempo; algo similar a los controles de las personas que tienen epilepsia y a las que se les ajusta la medicación en función de las necesidades.

Otro de los problemas que llegan a la consulta es los afectados por el trastorno del sueño en fase REM. Es común entre personas mayores y la visita al médico suele venir motivada por la pareja del afectado, quien de repente sufre en primera persona los sueños agitados de su acompañante. Los gritos y golpes son las principales características de este síndrome.

Otro de los problemas presentes en esta consulta es el paciente que sufre el trastorno del ciclo circadiano. El embajador más conocido de este trastorno es el jet lag, según explicó la neurofisióloga; un problema que se caracteriza por la dificultad de conciliar el sueño tras desregularse. Sin embargo, mientras el jet lag requiere de unas horas o días para que la persona se habitue a los horarios de nuevo, en ocasiones, las hormonas que intervienen en este proceso sufren una desregulación a tal magnitud que el afectado no puede volver a conciliar el sueño por la noche. Una situación que se da sobre todo entre aquellas personas que han estado durante un periodo largo con una jornada laboral nocturna.

Volver a la rutina para la que estamos programados, dormir por la noche y estar despiertos por el día, se convierte en un auténtico desafío para muchos que requieren de seguimiento médico.

Pruebas como el test de latencias múltiples, la videopolisomnografía u otras como analíticas, resonancias magnéticas o estudios genéticos, si fuera necesario, son las herramientas más comunes con las que diagnostican a los pacientes. La inclusión de una actigrafía, una prueba diagnóstica útil para los trastornos del ciclo circadiano, es lo próximo que quieren incluir en la Unidad del Sueño para mejorar el diagnóstico de este tipo de pacientes. De ahí, la importancia de sumar otras especialidades a esta unidad y trabajar la terapia conductual en un futuro.

Aprender a manejar el estrés para que el sueño de la persona no se vea afectado o enseñar técnicas para dormir y que ésto no suponga un quebradero de cabeza diario para nadie son algunas de las pautas que se deben abordar con los pacientes; unas pautas educativas extrapolables para todos y se engloban en la conocida como «higiene del sueño». Es por ello que dar las claves para poder conciliar el sueño de manera natural es algo fundamental y que no se aborda hasta el momento.