Dos menores de 14 años y uno de 16 han sido detenidos en Málaga por su presunta implicación en una sucesión de asaltos a punta de navaja cometidos la pasada tarde noche del martes en diferentes puntos de la ciudad. Los chicos, dos de los cuales portaban armas blancas en el momento del arresto y algunas de las pertenencias sustraídas una hora antes a otros menores junto al Burger King de la calle Pacífico, fueron relacionados posteriormente en más de media docena de incidentes similares cometidos en diferentes puntos de la ciudad durante esa misma tarde. Según fuentes policiales, uno de los detenidos confesó a posteriori que los implicados se desplazaban en Cabify hasta la zona de Mauricio Moro tras los asaltos para vender a otras personas los móviles que conseguían arrebatar a sus víctimas.

La intervención policial arrancó poco antes de la medianoche, cuando tres menores acudieron a la hamburguesería para pedir ayuda tras sufrir el robo por parte de otros tres chicos, dos de los cuales les pusieron sus navajas a dos de las víctimas en el cuello y amenazaron con clavárselas si no les daban sus pertenencias. Tras conseguirlas, huyeron dirección al centro de Málaga. Con la Policía Nacional ya en el lugar, los menores denunciaron el robo de dos móviles, otras tantas carteras y documentos personales. Apenas una hora después, mientras los agentes buscaban a los autores con la descripción que habían obtenido, un asalto similar convocó a Policía Nacional y Policía Local en la zona de la Trinidad, donde tres chicos que coincidían plenamente con las características que buscaban fueron interceptados por los agentes. Tras intervenirles dos navajas y diferentes objetos, algunos de ellos sustraídos en el ataque del paseo marítimo, los jóvenes, de nacionalidad española, fueron detenidos y trasladados a dependencias policiales. Aquí, los agentes comprobaron esa misma tarde que la Policía Nacional había gestionado al menos cuatro llamadas denunciando asaltos idénticos cometidos a lo largo de toda la tarde por un grupo de entre cinco y seis menores, mientras que en sede policial se denunciaron otros dos de la misma naturaleza.

Las fuentes aseguran que el puzle lo completó uno de los detenidos, que al parecer se mostró colaborador con los investigadores para desmarcarse de la mayoría de los hechos que atribuyó a sus dos compañeros y a un cuarto que identificó plenamente.

Según su versión, habrían actuado en la zona de Vialia, en el entorno de la avenida de Andalucía, en el Perchel, en el paseo marítimo Antonio Machado y en la Trinidad, zonas que coincidían con el rastro de denuncias con el que ya contaba la policía. También detalló que los teléfonos móviles que conseguían arrebatar a sus víctimas los vendían en la zona de Mauricio Moro, punto al que se desplazaban en Cabify.