La doble sesión matinal del miércoles en el Ayuntamiento terminó como se preveía: PP y Cs, los miembros de la coalición de gobierno, sacaron adelante las cuentas de la capital para 2019 con 16 votos a favor (incluido el del naranja Juan Cassá) y 15 sufragios en contra del PSOE y Adelante Málaga. Eso fue en el pleno y antes lo hicieron en la preceptiva Comisión de Economía que debía dictaminar sobre los presupuestos. El debate de la sesión plenaria, que en algunos puntos fue tenso, se centró básicamente en los impuestos, en quién y cómo deben pagarlos y si han de ser progresivos o igualar a todos por encima de renta y patrimonio. Lo que sí llamó la atención fue la medida anunciada por el teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Carlos Conde, quien aseguró, tras los ataques socialistas, que el equipo de gobierno ha prometido que «trabajará para que no pague la plusvalía mortis causa (es decir, quien herede un piso tras morir un familiar, habitualmente uno de los progenitores) aquel que no venda; entretanto no tendrá que pagar».

Conde explicó a este periódico que esa promesa, recogida en el programa de gobierno de coalición con Cs, se aplicaría en 2020 una vez que vayan a pleno las ordenanzas fiscales, lo que se hará posiblemente en noviembre.

El PSOE, por su parte, también en declaraciones a este periódico señaló: «La medida que pretende el PP de 'no pagar hasta que se venda' en realidad trata de mantener con la administración un reconocimiento de deuda activo. Esto significa que la deuda, más tarde o más temprano, tendrá que satisfacerse. Además, implicará legalmente que nadie con deuda con la administración pueda acceder a ayudas de ningún tipo hasta satisfacerla, también le influye si tuviera empresas. Es una absoluta barbaridad y, sobre todo, no ataja el problema, ya que mantiene el expolio en diferido». Asimismo, consideran que «se condiciona la libre disposición de decidir de los herederos sobre la vivienda y, al acumularse más años desde la anterior transmisión -los años que tardan en vender- el porcentaje de incremento es mayor y, consiguientemente, una mayor deuda. Es un despropósito».

Conde, ya en el pleno, dijo que los malagueños van a ahorrarse «más de 20 millones de euros» gracias a la congelación de los impuestos, precios y tasas públicas y los beneficios y ayudas al IBI y a la plusvalía. «Somos líderes en moderación fiscal», dijo. Conde también repitió la propuesta en la comisión de Economía, recordando que quienes no vendan la vivienda no tendrán que pagar la plusvalía por herencia, además de exigir una regulación nacional al respecto y recalcar que, desde 2013, 8.544 personas han dejado de pagar 7,7 millones de euros en este apartado impositivo y se atenderá a «los casos dramáticos».

El portavoz socialista, Daniel Pérez, criticó que el PP y Cs prometieran bonificar al 95% el apartado de plusvalía mortis causa en la campaña de las municipales y se haya presupuestado una recaudación por todos los supuestos del impuesto (no sólo por herencia) de 48,8 millones de euros, que es un 4,5% más. «14.000 familias malagueñas pagarán la plusvalía», dijo.

Conde le echó en cara que el PSOE quiera recuperar el Impuesto de Sucesiones, mientras que la portavoz de Cs, Noelia Losada, insistió en los bonificados por la plusvalía. «Somos los primeros en querer acabar con la plusvalía», además de felicitarse por el bajo endeudamiento municipal. Por la plusvalía por herencia ingresa el Consistorio unos 19 millones por año. Antes, el portavoz de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla, propuso ingresar en IBI más de 57 millones de euros subiendo el tramo de lo que pagan los grandes inmuebles no residenciales (grandes superficies, hoteles de lujo y centros de ocio), aunque sólo al 10% de estos, «porque tanto que presumen de ser líderes en moderación fiscal, los impuestos son necesarios para los servicios públicos de calidad; el debate no es si se bajan, sino a quién se le suben o bajan. Esta ciudad es un paraíso fiscal para los grandes inmuebles no residenciales, que pagan el mismo IBI que cualquier malagueño». Conde se extrañó de que el PSOE proponga «una amnistía fiscal» y Adelante Málaga «una subida de impuestos» que afectaría, y se ofreció a demostrarlo, a muchas pymes, entre otros.