La Comisión de Sostenibilidad Medioambiental ha aprobado hoy, con el apoyo de todos los grupos, una moción de Adelante Málaga que ha derivado en un compromiso político del equipo de gobierno por aprobar, en tres meses, la declaración como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) de 98 calles del centro y cinco del Romeral, tras nueve meses de retraso en darle el sí a un documento que recibió el visto bueno inicial en febrero y cuyas alegaciones aún no se han resuelto por los técnicos.

La declaración como ZAS de las calles afectadas supondrá, entre otras muchas cosas, una moratoria de un año en la apertura de nuevos bares y restaurantes en las partes afectadas y el recorte de una hora en el horario de recogida de las terrazas, fundamentalmente de domingo a jueves en otoño e invierto, cerrando las mismas a la una de la madrugada en lugar de a las dos.

Los vecinos del Centro Antiguo del Romeral han acudido a la comisión de pleno para intervenir. Así, Óscar Agudo, del primero de los colectivos, se ha quejado de que las única receta del Consistorio sean «hablar bajito», ha destacado que se superan los límites de 55 a 86 decibelios de forma continua y ha reseñado que ellos han cumplido con creces acudiendo a todas las reuniones y mandando innumerables escritos, pero el ZAS no se aprueba «evitando entrar en conflicto con un sector determinado», en clara referencia a los hosteleros.

Miguel Caro, del Romeral Contra el Ruido, dice que el ruido de las terrazas y del tráfico y la música ambiente obligan a muchos residentes a tomar ansiolíticos para dormir, ha pedido que las terrazas cierren a medianoche y que se tomen medidas para aliviar el tráfico.

Los acuerdos adoptados, defendidos por Paqui Macías, edil de Adelante Málaga, han sido los siguientes: que de manera inmediata, el Área de Medio Ambiente resuelva las alegaciones, finalice el expediente de declaración de ZAS para que en un máximo de tres meses se apruebe definitivamente en el pleno; que se pongan en marcha ya otras medidas recogidas en las ordenanzas sobre ruidos; que se establezcan medidas para un control más riguroso de los niveles de ruido en los barrios afectados y que se hagan mediciones y controles en las horas punta en esas zonas y se tomen medidas contra la acumulación de personas haciendo ruido en la calle por la noche.

Antes, ha dicho que el «descanso de los vecinos es un derecho fundamental» y recordó el retraso, que cifró en cuatro años, en la aprobación de este instrumento, al que se oponen frontalmente los hosteleros. La viceportavoz socialista, Begoña Medina, ha exigido que se cumplan ya las ordenanzas municipales y pidió que lleven ya a pleno la aprobación del documento, aunque aseguró que este no les convence y consideró que el equipo de gobierno debe ser «más ambicioso». Gemma del Corral, edil de Sostenibilidad Medioambiental, ha dicho que es un problema que tienen muchas ciudades del mundo y se compone de muchos factores, además de «trascender la normativa». Ha apoyado, eso sí, la iniciativa y ha pedido que, en el último punto, se añadiera la coletilla «en el marco de los planes zonales» que se acometan.