Los restos arqueológicos de mayor valor hallados en las obras del metro de Málaga serán desmontados y trasladados para su puesta en valor en un entorno distinto al de las instalaciones del suburbano. Esta es, al menos, la actuación a la que se encamina la Junta de Andalucía, que pretende elegir aquellas piezas del arrabal musulman "que mejor representen la trama urbana de la época" para incorporarlos al enclave de la capital malagueña que los expertos consideren más adecuado.

Así lo ha explicado la delegada de Cultura del Gobierno andaluz, Carmen Casero, quien insistió en que las intervenciones arqueológicas "no afectarán sustancialmente" en los plazos de ejecución del tramo Renfe-Guadalmedina del metro de Málaga, al mismo tiempo que dejó claro que todo está aún pendiente del dictamen definitivo que elaboren los arqueólogos.

Pese a que todavía no se ha descartado otro tipo de medida o la -a priori improbable- inclusión de algún testimonio del hallazgo en la propia estación del metro, la delegada de Cultura desveló que el traslado de una muestra representativa es la solución que se baraja "pues no se trata de un Bien de Interés Cultural", por lo que de sus afirmaciones se desprende que no se llevará a cabo una actuación de gran envergadura y que, buena parte de los hallazgos, volverán a ser enterrados: "Cuando dentro de unos días esté ese informe, con los restos perfectamente detallados y catalogados, nos aportará qué hay que conservar fuera de ese entorno, porque conservar se conserva todo, lo que se tape también se conserva, ahí no se destruye nada, se pone una losa de hormigón, se continúa el trabajo y ya está. Pero habrá una parte que por su categoría y estado de conservación, por criterios que determinan los técnicos, lo dejemos fuera de ese entorno y cuando esta zona esté definida habrá que desmontar esas piezas para ponerlas en valor".

Así lo argumentó Carmen Casero, quien rompió de este modo su silencio e insistió en que las intervenciones arqueológicas "no afectarán sustancialmente" en los plazos de ejecución del tramo Renfe-Guadalmedina del metro de Málaga: "Efectivamente, hay una excavación en extensión que todo el mundo puede ver, porque se ve prácticamente al paso y está siendo ejecutada por arqueólogos del metro en coordinación con arqueólogos de la Delegación Provincial de Cultura, pues nunca en un Gobierno de la Junta se ha producido tanta coordinación entre una fase del proyecto y la otra, entre la obra y la conservación del patrimonio, la coordinación es permanente y diaria y estamos trabajando de manera conjunta para buscar soluciones que no impliquen un retraso de las obras y permitan poner en valor el patrimonio".

Si se siguen las explicaciones esbozadas por Carmen Casero, "lo que será determinante a la hora de avanzar más pasos en esta actuación es el estado de conservación, pues habrá elementos que estén absolutamente visibles y no permitan que se manipulen y se desmonten para su traslado".

"Lo que, además, influirá es que haya una decisión política, pues si no hay un BIC no estamos obligados a actuar y puedo asegurarles que, en toda la historia del metro de Málaga, en todos los años que llevamos de obra y con todos los restos que han aparecido en distintos puntos de la ciudad, es la primera vez que la Junta de Andalucía va a ser sensible y absolutamente respetuosa con el patrimonio de la ciudad y vamos a poner en valor una parte que no está declarada BIC y que, además, no es necesario declararlo", incidió la delegada provincial de Cultura.

En este punto, Carmen Casero, tampoco desaprovechó la oportunidad para cuestionar los términos en los que el PSOE mostró su postura en una rueda de prensa anterior celebrada junto a las excavaciones: "No hay que hacer un BIC ni hacerse fotos, hay que trabajar", sentenció Casero con un claro mensaje a la fuerza política que inició las obras del suburbano y ahora asiste desde la oposición a novedades como las que airea la aparición de los vestigios de la Málaga musulmana.