Málaga es una de las veinte ciudades más sostenibles de España. Expertos discutirán en los cursos de la Universidad de Málaga (UMA) sobre las herramientas y el futuro de las comunidades y ciudades sostenibles en un curso inspirado en la 'Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas». Entre ellos, se encuentra su directora, María del Carmen García Peña, directora gerente de la Fundación Ciedes, que felicita la organización de la oferta formativa para seguir «trabajando y profundizando en las mejoras» desde el ámbito local, sobre nuevas ordenanzas.

En este sentido, situó a Málaga como una de las veinte primeras en el ránking de las cien localidades españolas más sostenibles y en la posición ochenta de la clasificación internacional de ciudades 'smartcity', que combinan el desarrollo sostenible con la tecnología. «No ocupamos una posición demasiado mala, pero hay muchos elementos que mejorar», advirtió.

García Peña reconoció la dificultad de ubicar «un modelo internacional ideal», aun así reflexionó sobre las claves para conseguir una urbe sostenible: la existencia de un equilibrio entre aspectos de justicia social, el respeto al ecosistema y la combinación «nada sencilla» de gestión entre la administración y su ciudadanía. Además, consideró la necesidad de respetar la gestión de los recursos naturales, el derecho a la vivienda, la importancia de la ciudadanía en las denominadas «nuevas gobernanzas· o la eficiencia energética. Sobre Málaga, creyó que la responsabilidad del desarrollo de la ciudad, con 570.000 habitantes, no puede recaer únicamente sobre «los diez mil agentes públicos que trabajan en su planificación. Por ello, insistió en la importancia de los presupuestos participativos que dan la posibilidad al ciudadano de decidir dónde y cómo se deben aplicar los recursos:· «Un ejemplo de ciudadanía comprometida que lleva poco a poco al concepto de gobernanza participativa». También resaltó la labor sobre elementos de carácter social afectados por la crisis que alcancen mayor justicia social. Por último, quiso resaltar que, como capital de la Costa del Sol, se debería incidir en mayores esfuerzos por la lucha contra el cambio climático, entre ellos, el suo de energías renovables como la energía solar y la disminución de la contaminación.