En los mentideros políticos malagueños, Francis Salado es la abreviatura coloquial con la que se conoce a José Francisco Salado Escaño. Al recorrer su nombre completo, su segundo apellido se presta al comentario de que aquel niño que se crió en Benagalbón estaba predestinado, por lo menos, a convertirse algún día en el presidente de la Diputación de Málaga y en el alcalde de su Rincón de la Victoria natal.

En su estreno como presidente, dejó claro cuál será el caballo de batalla de esta legislatura. ¿Tiene arreglo la despoblación?

Claro que tiene arreglo. Si tomamos medidas sin pausa. Hay que hacer un plan estratégico con medidas muy claras y no parar. Esto se tiene que solucionar a medio y largo plazo, no se tiene que solucionar de un día para otro. Y en ese plan tienen que ser copartícipes los alcaldes, sobre todo los de los municipios más pequeños, que deben decirnos sus problemas principales para atraer población y para mantener a sus ciudadanos allí. En los pueblos se vive muy bien, pero la movilidad es fundamental. En esta sociedad el tiempo es oro y, si los desplazamientos para acceder a los servicios básicos son muy amplios, la gente al final va a donde están esos servicios. A los grandes municipios y a la costa. Si conseguimos mejorar en movilidad, habremos dado un gran paso. También hay que acercarles los servicios básicos, hablar con la Junta y que mejore los servicios sanitarios, o que el empleo se acerque a esos pueblos. Buscar alternativas y nichos de creación de empleo, por ejemplo con la agricultura, como ha ocurrido con los cultivos subtropicales en la Axarquía. Eso hay que extenderlo a la Serranía de Ronda y muchas localidades pequeñas.

¿Por qué frentes ya abiertos, o por abrir, pasa esa frase de su discurso de investidura en la que aseguraba que su equipo tenía mucho trabajo por delante?

Hay muchas cosas por hacer que son competencia de la Diputación. Algunos son proyectos ya iniciados, como terminar la senda litoral, la gran senda, la ampliación del Caminito del Rey, seguir potenciando Sabor a Málaga o la política de Turismo Costa del Sol. Y otras nuevas, como la senda azul o el plan de la despoblación. Hay también que seguir mejorando las carreteras, el plan Via-ble para la movilidad dentro de las propias comarcas. Y también hay mucho por hacer que corresponde a otras administraciones y nosotros estamos dispuestos a colaborar. Por ejemplo, mejorar el ámbito sanitario y, sobre todo, el saneamiento integral. El tema de la depuración de las aguas corresponde a otras administraciones pero la Diputación tiene que estar ahí como acicate y como alarma. La estabilización de las playas no es nuestra competencia pero afecta al turismo. Si cuando haya que buscar la financiación tenemos que aportar algo, ahí estaremos. Son temas que tenemos que estar recordando continuamente a otras instituciones.

¿Cómo será el reparto de áreas entre sus diputados: será continuista o un revulsivo?

Continuista no puede ser porque hay muchos cambios de caras y de personas en la Diputación, y cada diputado va a dejar su impronta en cada área. Pero los cambios estructurales no van a ser drásticos porque hemos visto que ha funcionado muy bien la estructura actual.

¿Quienes llevan más razón: los miembros de Ciudadanos que dicen que la labor del PP en Diputación estos ocho años ha sido positiva pero con cosas mejorables o sus compañeros que creen que Bendodo dejó el listón muy alto como presidente?

Ha dejado el listón muy alto porque la Diputación de Málaga era una desconocida, una administración sobre la que nadie sabía para qué servía. Y después de ocho años, se ha visto como una administración útil y todo el mundo viene a tocar a su puerta cuando tiene un proyecto o un problema. Y sobre lo mejorable, lo dije en mi discurso. Esta estructura tan grande que ha perdido un poco de motor -para mí el motor son los funcionarios- necesitamos mejorarla y vamos a hacer un plan de empleo público potente para dotar de personal a las áreas que se han quedado cortas de este material humano.

¿Es consciente de que va a gobernar en coalición con un partido como Ciudadanos, que hace un par de años seguía pidiendo la eliminación de las diputaciones provinciales?

Soy consciente de que, en la anterior legislatura desde la oposición, mostraron una reticencia a la existencia de la Diputación, pero lo bueno es que el día a día, al ver lo que hemos hecho en estos cuatro años, les ha hecho cambiar de opinión y saben que la Diputación es un instrumento necesario para el mundo rural. A la hora de estar en el gobierno, van con más convicción y eso mejorará nuestras relaciones. Las decisiones se tomarán ahora con más rapidez. Antes, hacían una doble labor de oposición y de apoyo en algunos momentos.

El PSOE se reivindicó en el pleno de su investidura como el partido más votado donde la Diputación tiene fundamentalmente sus competencias: los municipios pequeños y medianos. ¿Qué le parece?

Es una verdad a medias. Dicen que tienen más alcaldías, pero el PP gobierna a más población. Al final, son los gobiernos de las personas y no de los territorios. Lo que pasa en la Costa del Sol y Málaga capital beneficia al interior, y viceversa. El PP tiene más legitimidad para gobernar la Diputación. Son las reglas del juego. Tenemos 15 diputados y ellos tienen 12. Nos corresponde a nosotros.

El líder de la oposición, el socialista José Bernal, también le pidió a los diputados de Ciudadanos que «eviten quedar de nuevo solapados por el PP» ¿Por qué cree que lo hizo?

Esa es la estrategia que va a llevar el PSOE esta legislatura, que es romper el acuerdo de Gobierno intentando decir que el PP tapa a Ciudadanos. Lo hizo en la anterior legislatura pero nosotros somos personas serias que no nos dejamos guiar por este tipo de estrategias políticas que tiene siempre el PSOE. Estoy convencido de que aunque dijeron que van a tender la mano no va a ser así. Durante los cuatro años harán propuestas que podrán ser buenas para la provincia, pero por las limitaciones presupuestarias algunas no podremos materializarlas y ese va a ser su argumento para no apoyar muchas decisiones del equipo de gobierno. Espero equivocarme. Espero que el cambio de líder cambie también el talante y pasemos a una oposición constructiva, que no la tuvimos en la anterior legislatura.

En cambio, la portavoz de Adelante, Teresa Sánchez, dio por hecho que «la Diputación será más desigual y retrógrada tras el acuerdo entre PP y Ciudadanos». ¿En qué términos desmontaría esta frase?

Lo que ha quedado de una manera retrógrada en la acción política es la izquierda que representa ella. Lo que debe hacer es mirarse al espejo y ver quién está haciendo políticas anacrónicas, que es la izquierda que representan Izquierda Unida y Podemos. Bueno, que ahora se llaman Adelante Málaga, ni siquiera saben identificarse ni posicionarse. Y lo que dicen no es así, en todas las encuestas aplauden nuestras políticas sociales. Somos el refugio de muchos colectivos y asociaciones. Cada vez es más amplio nuestro espectro.

De vuelta a su propio partido, ¿existió la posibilidad real de que el alcalde de Estepona, José María García Urbano, fuese el candidato popular a presidir la Diputación?

Respeto y entiendo las aspiraciones de todos los compañeros del PP a tener una responsabilidad, sea cual sea, pero cuando el partido dio la respuesta de que el candidato era yo el alcalde de Estepona rápidamente me manifestó su apoyo y me llamó para decirme que se ponía a mi entera disposición. Nunca tuve esa impresión de que podía ocurrir.

Vivimos en tiempos en los que mayorías absolutas como la de Estepona ya son casi una utopía, ¿el hecho de gobernar en Rincón de la Victoria, como alcalde, y en Diputación, como presidente, con sendos pactos le obliga a dormir con un ojo abierto?

Creo que no. Si tienes las cosas claras y cumples el programa y tu palabra con tu socio de gobierno, nuca puedes tener miedo a que se rompa el pacto. Soy una persona que siempre he cumplido mi palabra. Lo hice en Rincón estos dos último años, y lo he hecho estos cuatro años con Ciudadanos y me he llevado muy bien tanto con Gonzalo Sichar como con Teresa Pardo. Si llevamos esa misma senda, no tengo por qué temer que ocurra algo extraño.

¿Qué le parece que este panorama tan abocado a los acuerdos propicie, por ejemplo, que el mismo edil de Ciudadanos que le dio con sus votos la alcaldía de Mijas al PSOE se convierta, unos días después, en el vicepresidente primero de una Diputación con mayoría del PP?

Los partidos pueden poner las directrices, pero las políticas las hacen las personas. Al final, en la política municipal la persona es un factor muy importante para consolidar un gobierno, para un pacto y llegar a los consensos que ahora imperan porque los ciudadanos diversifican su voto. El factor personal ha influido en Mijas, se ha visto claramente, entre Ángel Nozal y Juan Carlos Maldonado. Eso no se ha podido salvar allí y aquí ha habido un acuerdo de partidos y el factor personal lo vamos a consolidar estos cuatro años con una buena relación con Juan Carlos. Aquí se ha respetado el acuerdo, y allí eran muchos y era más complicado. Y yo lo puedo entender. Si no te llevas bien con tu socio, el acuerdo de gobierno está abocado al fracaso. No hay que forzar esa maquinaria. Si no hay acuerdo, no hay acuerdo.

Concluimos la entrevista con un guiño al modo en el que terminó su discurso de investidura ¿Qué le ha pedido a la Virgen del Carmen para esta legislatura?

Que me dé mucha fuerza para estos cuatro años y mucha suerte. En la vida hay que tener trabajo y suerte en las decisiones que vas a tomar. Quien toma decisiones, se puede equivocar y el que no hace nada, nunca se equivoca. Y yo y mi equipo tenemos que tomar muchas decisiones estos cuatro años, y le pido que me ayude a acertar en esas decisiones. Mis aciertos y mis éxitos van a ser los de la provincia de Málaga y los malagueños. Y las equivocaciones serán mías, pero también serán en perjuicio de ellos. Que me ayude a acertar mucho es lo que le pido a la Virgen del Carmen.