Fue sin duda la primera corrida de la temporada taurina en España porque se celebró el jueves 11 de febrero de 1926, en La Malagueta. El motivo de tanta tempranura, hacerla coincidir con la visita de los Reyes a Málaga.

De hecho, Alfonso XIII y Victoria Eugenia presenciaron, como el resto de la plaza, una cogida que días más tarde acabaría siendo mortal. El toro Extremeño, de 286 kilos de peso de la ganadería de Guadalest, segaría la vida del más que prometedor diestro onubense Miguel Báez, Litri, de apenas 20 años, el primero de la saga.

Fallecería en Málaga en la clínica del dotor Lazárraga del Monte Sancha, el 18 de febrero.

Como adelantó La Opinión el pasado febrero, la muerte del Litri dio origen al documental de 20 minutos Sangre y arena en La Malagueta, del experto en audiovisual Francisco Carmona y el investigador Salvador Valverde.

Ahora, han dado un paso más y en la editorial malagueña Jákara acaban de publicar Carne de Hierro, que explora más a fondo la vida y muerte del torero de Huelva. El libro inaugura la colección taurina Albero de la editorial e incluye un dvd con el documental.

«Al investigar sobre su figura vimos que merecía la pena darlo a conocer con más profundidad, porque si no hubiera tenido un final tan trágico, hubiera marcado época», destaca Salvador Valverde.

El título, por cierto, una sugerencia del editor de Jákara, Francisco Ordóñez Olalla, recuerda una frase de uno de sus subalternos, el banderillero Manuel Galea, quien al hablar de la rapidez con la que el torero solía recuperarse de las cornadas declaró a un periodista: «Este tiene la carne de hierro».

Las siete cogidas de Gandía

El libro, que repasa su breve pero importante trayectoria, deja constancia de su valor frente a los toros, una forma de torear que en 1924, durante una corrida en Gandía, (Valencia) en la que sufrió siete cogidas, hizo que partidarios y detractores del torero se dieran de bofetadas. «Unos decían que lo cogían tantas veces por el valor y otros que porque era un temerario», cuenta Salvador Valverde, a quien su actitud frente a los toros le recuerda, salvando las distancias, a José Tomás. La accidentada corrida de toros de Gandía protagoniza un capítulo aportado por el propio editor, Francisco Ordóñez Olalla: «Me llegó a envenenar de tal manera que me puse a investigar para ayudar en este proyecto tan ilusionante», destaca.

Salvador Valverde resalta que la muerte del Litri truncó además, «una de las rivalidades más bonitas de la historia del toreo, la que ya mantenía con Cayetano Ordóñez, El Niño de la Palma», un diestro rondeño al que los autores querrían dedicar un próximo libro y documental.

Carne de Hierro, cuenta con el apoyo de la ganadería de Guadalest, cuyo hierro aparece en la portada. Los autores ya tienen programadas varias presentaciones, una de ellas, en septiembre, en la Asociación de la Prensa de Huelva, cuando esperan entregarle un ejemplar a los familiares del Litri, como ya hicieron con el documental.