A las ocho de la mañana comienzan los preparativos para atender a los clientes que realizan su compra diaria en el supermercado de Mercadona del centro comercial Vialia. Mientras sus compañeros se encargan de la reposición de artículos, José Carlos empieza a agrupar todos los alimentos y productos de primera necesidad que van a ser donados a la Casa del Sagrado Corazón de Jesús.

José Carlos Martín es el gerente de reparto de este supermercado Mercadona. Cada mañana, de lunes a sábado, se encarga de hacer un recuento de todos los alimentos que van a ser distribuidos por los distintos comedores sociales con los que colabora Mercadona en la provincia. La tarde anterior, cada sección se encarga de seleccionar los productos y almacenarlos. Al día siguiente, José Carlos se encarga de recopilarlos y procede a su transporte. «Los productos son de primera calidad y aptos para su consumo», recalca José Carlos, mientras coloca los alimentos en cajas.

Mercadona, dentro de su plan de acción social, dona aquellos alimentos o productos que, por presentar alguna mínima imperfección, ya no pueden ser puestos a la venta. José Carlos asegura que, a diario, tienen que reservar una gran cantidad de productos para su donación, por no poder ser vendidos al público. Los productos próximos a su fecha de caducidad, afirma, no pueden ser expuestos aunque estén en perfectas condiciones. «No podemos tirar todos los productos que, por cualquier mínimo defecto, no podamos vender. Son productos que están en perfectas condiciones, por eso los donamos», asegura Martín.

Una vez colocados todos los productos, José Carlos se dispone a transportarlos en una furgoneta frigorífica, que garantiza que los alimentos lleguen con la máxima calidad y frescura al destino final. Todos los productos y alimentos donados son contabilizados en un albarán que se entrega en la casa para tener un recuento de los productos que reciben cada día. A su llegada, una voluntaria lo espera y proceden a descargar y colocar los alimentos en la zona destinada al almacenaje de productos, junto a la cocina de la casa.

«Mercadona está realmente comprometido con la sociedad y con los más necesitados», afirma José Carlos, que asegura sentirse orgulloso de la labor social que realizan los supermercados Mercadona con estas donaciones.

Mercadona lleva años comprometido con este tipo de causas sociales. El pasado 2018 donó más de 7.600 toneladas de alimentos a 170 comedores, distribuidos por todo el país. En Málaga, además de con el Cottolengo, Mercadona colabora con los comedores sociales de Santo Domingo y con los comedores Emaús de Antequera, Vélez-Málaga y Estepona.

Casa del Sagrado Corazón

Dos años y medio han pasado desde que Mercadona comenzase a colaborar con esta casa de acogida. Cottolengo recibe esta ayuda con gran gratitud. La subdirectora de la Casa del Sagrado Corazón de Jesús, Susana Lozano, asegura que este servicio les resulta de gran ayuda para cubrir la alimentación de las 43 personas que se encuentran actualmente viviendo en la casa.

El desayuno, los almuerzos y las cenas se multiplican por 43 en esta casa que se encarga de cubrir desde necesidades básicas hasta asistencia sanitaria o la educación de todas las personas que consideran al Cottolengo, su casa: «La visión de la casa es de una gran familia», asegura orgullosa Susana.

Cada día, en función de los alimentos que reciben, en cocina se decide el menú de forma conjunta, pudiendo así ofrecer una amplia variedad de comida a los usuarios. Susana afirma que los alimentos que reciben por parte de Mercadona son de una gran calidad y presentan una amplia variedad.

Una casa de estas características, afirma Susana, tiene que lidiar con los gastos comunes a cualquier casa. Cottolengo no cuenta en la actualidad con ningún tipo de subvención, por lo que la ayuda del voluntariado y de las personas que colaboran económicamente resulta fundamental para que esta casa continúe acogiendo a tantas personas. La ayuda de la ciudadanía es imprescindible para el desarrollo de la labor social del Cottolengo.