Con las vacaciones a las puertas, los concejales del Ayuntamiento de Málaga siguen a la gresca, sobre todo los populares y los socialistas. La comisión de Cuentas de ayer, celebrada en el salón de Plenos, y que debía servir para bendecir la Cuenta General del Consistorio en 2018 y permitir su fiscalización por el Tribunal de Cuentas, fue protagonizada por un tenso debate entre el teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Carlos Conde, y la edil socialista Alicia Murillo, quien afirmó que hay hasta 82 reparos en 321 facturas municipales por más de 20 millones de euros el pasado ejercicio, y acusó al equipo de gobierno de ocultarlos por motivos electorales.

Carlos Conde, por su parte, contestó que todos esos reparos están justificados, que sólo suponen el 2% del presupuesto municipal que se deben, en su mayor parte, a un cambio «brutal» en la normativa relativa a la contratación pública. «Se han dado en todas las administraciones públicas, hemos tenido que adaptarnos a la nueva Ley de Contrato del Sector Público, hemos atravesado serias dificultades para encadenar contratos y efectuar los servicios públicos» y señaló que el principal reparo es a una factura de 12,28 millones de euros destinados al servicio de ayuda a domicilio, adjudicado a una empresa especializada, que vivió un proceso de nueva licitación muy accidentado, con recursos, vistas de expedientes (hubo que eliminar la información personal de los mismos). Así, en los meses en los que estuvo el contrato vacante, «el equipo de gobierno optó por seguir prestando el servicio para no dejar desamparados a los dependientes», insistiendo en la «litigiosidad del procedimiento».

La edil socialista explicó que la Intervención envió un comunicado al Área de Economía para que elevase a Pleno la dación de cuenta de los reparos emitidos en 2018 con ocasión de la liquidación del presupuesto. Ello se produjo el 10 de abril, «en plena campaña electoral nacional y a las puertas municipales». Asimismo, denunció las trabas vividas para consultar los expedientes, «todo fueron evasivas por parte del equipo de gobierno».

Al respecto, Conde destacó que la liquidación del presupuesto fue el 26 de febrero y se recibió el informe de la Secretaría General, que contenía una relación de los reparos; y que hubo otro informe de la Intervención General, al que se refirió Murillo, que llegó el 10 de abril, por lo que «difícilmente podía haber ido a Pleno el 28 de marzo». «La costumbre es llevar ese informe al Pleno con motivo de la aprobación de la Cuenta General, se hizo el año pasado también. Y lo haremos en este», precisó, para luego insistir en que el equipo de gobierno «está abierto a todas las posibilidades para ver todo tipo de expedientes, para que los conozca la oposición con todo detalle». «Si quieren información adicional no hay problema en aportársela». El portavoz de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla, justificó su no a la Cuenta General de 2018 por coherencia, ya que tampoco apoyaron los presupuestos.

64 millones de euros

En cuanto a la Cuenta General en sí, que salió adelante con el apoyo de PP y Cs y el voto en contra del PSOE y Adelante, el Ayuntamiento envió ayer una nota para destacar que la misma se cierra con la mejor ratio de solvencia y la más baja de endeudamiento desde 1995. En cuanto al primero, relaciona el activo total con la deuda, y se sitúa en el 43,75%, lo que quiere decir que el patrimonio del Consistorio es 4,3 veces superior a la deuda. Aparte de esta, también presentan los mejores datos de toda la serie histórica con la que trabaja el Ayuntamiento desde 1995 los indicadores de deuda a largo plazo, que se encuentra en el nivel más bajo de las últimas dos décadas; y de consistencia, que confirma que las inversiones municipales se financian en menor proporción con deuda a largo plazo y más con fondos propios.

La ratio de tesorería se sitúa en el 109,3% en 2018, una situación de equilibrio que significa que con la tesorería de la que dispone el Ayuntamiento se pueden pagar todas las deudas a corto plazo y seguiría sobrando. También son favorables la de liquidez, con un 215%, y que muestra «el buen estado de la tesorería municipal, ya que supera en un punto la situación de equilibrio; y la de endeudamiento, que es la más baja desde el 95».

La cuenta en términos consolidados de todo el holding municipal arroja un saldo favorable de más de 64 millones de euros y el balance de situación, el activo y el pasivo consolidado del sector público del Consistorio ascienden a 3.260,68 millones, lo que supone un incremento del 2,88% respecto a 2017. El pago a proveedores está en 23 días en 2018, tres días menos que en 2017 y por debajo de lo que marca la ley y la rebaja de la deuda a largo plazo es de 80 millones.