La Viceconsejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía ha pedido documentación a la Comisión de Lugares de la Memoria Histórica y Democrática, después de que, en un dictamen de solo una línea, denegara la condición de Lugar de Memoria Histórica y Democrática para Villa Maya, al alegar que fue «refugio de fascistas».

El inmueble de la calle República Argentina, 19, demolido en marzo por falta de protección arquitectónica, fue refugio de cerca de 500 malagueños en los primeros meses de la Guerra Civil, gracias a la generosidad del cónsul de México, Porfirio Smerdou. El cónsul también salvó la vida a nueve republicanos con la llegada de las tropas de Franco en febrero del 37, al ocultarlos en el consulado vacío de Argentina de Puerta del Mar, más seguro entonces que Villa Maya.

La petición de la Junta radica en que el dictamen de la comisión fue firmado por Miguel Ángel Valdivia Morente, en representación de Encarnación Lemus y Rafael Gil Bracero, pero sin que constaran las firmas de estos. Por este motivo, pide a estos dos miembros «documentación que acredite la representación manifestada».

La gestión se produce después de la queja del presidente de la Fundación Villa Maya, Félix Álvarez, a la consejera de Cultura, Patricia del Pozo.

En declaraciones a La Opinión el pasado jueves, delante de la parcela donde se encontraba Villa Maya y en la que se construye una casa unifamiliar, el presidente de la fundación calificó la expresión «refugio de fascistas» como «una frase intencionadamente injuriosa» y estimó que «la ignorancia deja mucho espacio para la ignominia».

Félix Álvarez negó con rotundidad que se le pudiera dar ese calificativo a los civiles y religiosos allí refugiados. «En primer lugar había niños de 2 y 3 años, y en segundo lugar, no se analizaba la ideología política de las personas que llegaban; su nexo común era que muchas pertenecían a la burguesía malagueña y se estaban refugiando porque en aquellos momentos son los perseguidos por los comités».

El presidente recordó que el único falangista así identificado fue el joven Eduardo Bayo, pero tuvo que dejar la casa «a la mañana siguiente», por el temor de los refugiados de que su presencia fuera la excusa para acabar con ellos.

Defensor del Pueblo Andaluz

Por este motivo, expresó que la fundación sigue teniendo como objetivo declarar Villa Maya Lugar de Memoria Histórica. Además, recordó el reciente informe del Defensor del Pueblo Andaluz que lamentaba la desparición del inmueble y la «pasividad o indiferencia» que impidió protegerlo, al tiempo que pedía «medidas divulgativas y de identificación de Villa Maya en su propia ubicación para el recuerdo y reconocimiento de su significado histórico».

En este sentido, anunció que preguntará a la concejala de Cultura, Noelia Losada, qué medidas concretas piensa adoptar para hacer realidad estas recomendaciones, así como las del pleno de marzo de este año, que instaba a recordar la casa, sin descartar su reconstrucción.

Félix Álvarez estuvo acompañado por los patronos de la fundación, Gonzalo Taillefer, bisnieto del doctor José Gálvez, que colaboró con Porfirio Smerdou en salvar la vida a nueve republicanos y Félix Gómez-Guillamón, cuya madre fue una de las refugiadas de Villa Maya con solo dos años.