Se declaran apartidistas y precisan que no son un movimiento ecologista sino ciudadano. Es la Alianza Malagueña por la Emergencia Climática y Ecológica, formada en la actualidad por más de una treintena de colectivos de todo tipo.

En julio retiraron a última hora una moción del pleno municipal que pretendía declarar la emergencia climática en Málaga, una iniciativa surgida en Madrid que se ha presentado en varias ciudades de España y que entre otras se ha aprobado en Sevilla.

«Al final no se presentó en Málaga porque vimos que no había cuórum», señala Marcos Marchionno, experto en energías renovables.

Como recalca Leticia Velasco, que tiene un máster en educación ambiental, la paradoja es que muchos de los datos que sustentaban la moción eran municipales,en concreto de la Oficina de Medio Ambiente Urbano (OMAU).

Entre los datos de la moción, los 17 centímetros que ha subido el nivel del mar entre 1990 y 2005 en el litoral de la provincia, «la subida más espectacular del Mediterráneo español»; la subida en un grado de la temperatura media anual en veinte años y en el mismo periodo, la bajada de la humedad relativa media del 67 al 60 por ciento, y de las precipitaciones, de 620mm a 420 mm.

La guinda son las emisiones de CO2 de Málaga capital, que aumentan sin parar desde 2013 y están a punto de superar los dos millones y medio de toneladas, indica la moción.

«Teníamos muy claro que la moción se presentara por todo los grupos políticos», recalca Leticia Velasco, que precisa que rerepresentantes de la alianza se reunieron con todos los partidos, pero el PP no fue receptivo, Ciudadanos aplazó la decisión, el PSOE estuvo de acuerdo en todo, «menos con la palabra emergencia» y Adelante Málaga fue la única formación que dio el visto bueno.

Por este motivo, comentan que en septiembre harán una segunda ronda con los cuatro partidos para intentarlo de nuevo.

«Tenemos un problema y tenemos que actuar. Nosotros pensamos en lo global y actuamos en lo local, porque lo que queremos es mejorar el bienestar y la calidad de vida del ciudadano», recalca Leticia Velasco.

Marcos Marchionno explica que la declaración de emergencia climática conllevaría el compromiso de bajar las emisiones de CO2, y señala que la fábrica de cemento de La Araña y la central de ciclo combinado de Campanillas deberían adoptar importantes cambios para este objetivo.

«Siempre hablamos del balance cero, si emites cien mil, por poner un ejemplo, tenemos que hacer algo para que esos cien mil sean absorbidos; por ejemplo, con reforestación, hay plantas que absorben el CO2 y lo transforman», explica.

Potenciar las zonas verdes es una de las medidas que consideran necesarias para combatir el cambio climático, por eso, también abogan por el cinturón verde de Málaga y por el bosque urbano en los antiguos terrenos de Repsol.

En septiembre iniciarán una segunda ronda con los cuatro partidos para convencerles de que se puede combatir el cambio climático con medidas tomadas en Málaga capital.