La concejala de Adelante Málaga, Paqui Macías, ha visitado a las 15 familias amenazadas de desahucio por la propiedad y pendientes de juicio, que viven en casas mata en la avenida de Salvador Allende y el Pasaje del Rosario, en El Palo.

Paqui Macías ha señalado que el grupo municipal Adelante Málaga acompañará a estas familias y estará atento al proceso judicial, «así como exigiremos al equipo de gobierno municipal, y a las administraciones competentes, que impidan cualquier práctica de acoso, que pongan a disposición de estas familias todos los recursos jurídicos y de protección de sus derechos como inquilinos de toda la vida».

Como destaca Adelante Málaga en una nota, los inquilinos están comenzando a recibir citaciones judiciales de ‘desahucio por precario’, «previas prácticas de acoso por parte de los nuevos propietarios, lo que ha generado en estas familias una situación de enorme preocupación e inquietud por su futuro.

La Opinión ya adelantó el pasado 29 de julioLa Opinión que la nueva propietaria de estas viviendas, que compró las casas a un banco, considera que los vecinos no tienen justo título de ocupación de las viviendas, y estima además que estas se encuentran en un estado de conservación deficiente que puede ser un riesgo para ellos.

Los vecinos responden que muchos de ellos son descendientes de inquilinos con contratos desde los años 40 y que las viviendas se encuentran en buen estado porque han sido los vecinos y no la propiedad, quienes se han encargado de mantener las casas, así como hacer las reparaciones y mejoras.

Francisco Valentín, uno de los inquilinos, explicó entonces que en 2013 el Deutsche Bank ya les demandó cuando el banco trató de ejecutar una hipoteca y de desalojar a las familias.

En esa ocasión el Juzgado de 1ª Instancia de Málaga dio la razón a los vecinos, que aprovecharon para acreditar su condición de inquilinos, y dictó que tenían «derecho a permanecer en el inmueble» y no podían ser desalojados.

Fue entonces, destacó este vecino, cuando el banco «se desentiende totalmente de nosotros» y deja de suministrar la cuenta en la que pagar el alquiler, aunque como precaución los vecinos las depositan en el juzgado, pero este devolvió las cantidades al no existir ningún documento en el que el banco se negara a facilitar el número de cuenta.

A comienzos de año conocieron que una propietaria era la nueva dueña, por mediación de un abogado que les dio un plazo para ir entregando la llave.

Para Francisco Valentín, se trata de una zona muy jugosa, de ahí que los vecinos hayan escuchado que la intención sea la de construir viviendas turísticas.

La asociación de vecinos del Palo también apoyó a las familias y criticó que estemos ante «un caso claro de especulación inmobiliaria».