La Universidad de Málaga, a través de la Delegación para la igualdad y la Acción Social de la UMA, cuenta con un programa de «alojamiento y convivencia con personas mayores» desde el curso 1992/1993, una medida destinada a apoyar, por un lado, a estudiantes con dificultades económicas que no puedan costearse el alojamiento en la capital, y por el otro, para luchar contra la soledad de los ancianos.

De esta forma, el estudiante recibe hospedaje gratuito a cambio de hacer compañía al anciano y ayudarle en diversas tareas, como encargarse de las reparaciones domésticas,los trámites administrativos, la compra de medicamentos o acompañarle a las consultas médicas.

Los estudiantes que suelen optar por este programa son residentes de pueblos de la provincia de Málaga, aunque cada vez son más comunes, los interesados procedentes de otras zonas de Andalucía e incluso del extranjero, principalmente de Marruecos y de Sudamérica, con edades comprendidas entre los 21 y los 26 años.

En el caso de las personas mayores, el 90% son mujeres de entre 61 y 92 años, residentes en Málaga capital. La mayoría de las interesadas viven solas y demandan compañía y apoyo en su rutina diaria.

En muchos casos, la relación entre el estudiante y el anciano se prolonga los cuatro años de carrera hasta la graduación del alumno.