Decenas de trabajadores de la empresa ASM, encargada de la gestión de las ambulancias de casi toda la provincia, se manifestaron por tercer miércoles consecutivo por las calles de la ciudad. Una protesta para exigir mejores condiciones que comenzó en la sede de la delegación provincial de Salud (calle Córdoba) y culminó en el Hospital Regional.

Con esta jornada de protesta, el sector paraliza su calendario de actuación y no regresa hasta el próximo lunes, 26 de agosto. Unos días que coinciden con las fiestas de la ciudad y los propios trabajadores quieren respetar ya que comparten escenario en algunas de las acciones que realizan los lunes, miércoles y viernes; las jornadas de huelga indefinida que iniciaron el pasado 31 de julio.

Respaldados por el sindicato CCOO, la marcha volvió a ser una oportunidad para exponer públicamente los problemas que acarrea el sector y que han motivado este conflicto. Recuperar los recortes que se produjeron en el año 2012, incorporar la figura del ayudante en las ambulancias para que el técnico no vaya solo en sus trayectos o solicitar las siete ambulancias que en 2018 la Junta se comprometió a sumar a la flota actual de la provincia son algunas de las peticiones que se hicieron eco durante la jornada. Una huelga a nivel regional que en Málaga afecta a 523 trabajadores y una flota de 164 ambulancias.

En cuanto a la situación actual del conflicto, los trabajadores tienen el próximo día 26 una cita con el delegado de Salud, Carlos Bautista, y la gerencia de ASM para exponer unas propuestas alcanzadas entre ambas partes a la institución pública, que ha tenido que intervenir en las negociaciones ante la falta de entendimiento por parte de los afectados.

Mientras no se alcance un acuerdo en el que se mejoren las condiciones laborales y salariales del sector, los empleados han asegurado en numerosas ocasiones que continuarán con la huelga. Como medida para reforzar esta situación y no flaquear en el aspecto económico han creado la «bolsa de resistencia», un fondo común que al que aportan cada trabajador entre 25 y 30 euros para ayudar a los compañeros que ven sus nóminas afectadas al sucumbir la huelga.