Las fotos no son obra de ningún Cartier-Bresson ni ningún otro maestro de la fotografía, pero tienen el encanto de mostrarnos la concienzuda labor de un turista desconocido y meticuloso, que visitó Málaga capital en octubre de 1950, posiblemente acompañado por su pareja y que tras la visita se dedicó a identificar a lápiz, en el reverso, todas las instantáneas.

Se trata de un lote de veinticinco fotografías, adquiridas por el autor de esta información en la conocida página web malagueña Todocolección (www.todocoleccion.net), una de las principales de España de compraventa de objetos de segunda mano.

Las fotografías, previamente escaneadas, han sido donadas al Centro de Tecnología de la Imagen de la Universidad de Málaga. Con su exdirector, Javier Ramírez, fundador del CTI e historiador de la fotografía, contactó este diario para que comentara este modesto lote, un paseo por la Málaga de hace casi 70 años, en el que los grandes protagonistas son el Puerto y el litoral.

Poder adquisitivo

En primer lugar, destaca que las fotos se hicieron con una cámara «de tamaño medio», de un precio bastante elevado por entonces, lo que hace pensar en un visitante con un importante poder adquisitivo.

En cuanto al formato, lo considera «raro» y señala que «pueden ser una copia de contacto, que encargara una reproducción por contacto». Por este procedimiento se obtienen copias a partir de una película fotográfica de idéntico tamaño sobre el papel, aunque también comenta que es posible que él mismo se las revelara.

Siguiendo con las deducciones, ante el gran número de fotos del Puerto de Málaga, Javier Ramírez apunta la posibilidad de que el autor «llegara en barco», algo muchísimo más habitual que en nuestros días.

No era, destaca, un gran fotógrafo, pero sí que quiso guardar la memoria de la visita con mucha precisión.

«La memoria la apoyamos en imágenes, no en palabras, y eso ya se valoraba en los años 50», destaca, al tiempo que recuerda que para quien no contaba entonces con una cámara de fotos, «la forma barata era comprar postales».

Por cierto que en una de las imágenes, tomadas desde el mirador de Gibralfaro, con Málaga al fondo, aparece una pareja muy trajeada que, posiblemente, se trataría de los propietarios de la cámara, que pidieron el favor a una tercera persona para que les tomara la foto.

Otro dato que evidencia que se trata de visitantes y no de autóctonos es el hecho de que en el reverso de un par de instantáneas, al hablar de la Farola de Málaga, hayan escrito «faro», una denominación que nadie emplea en esta ciudad.

El Puerto, la Alcazaba, Gibralfaro, los Jardines de Pedro Luis Alonso, las playas del Palo y en construcción, el silo portuario y un gran bloque en el Muelle de Heredia.

En cuanto a rincones de Málaga como La Malagueta lucían aún construcciones de baja altura. Una foto de la Málaga de hace casi 70 años.