Málaga siguen evidenciando claras muestras de mejora respecto a los años más duros de la crisis aunque eso no haya sido suficiente ni para rebajar en la misma proporción el volumen de paro ni para reducir la altísima precariedad que aqueja a muchos trabajadores de la provincia. Así, Málaga presenta en este 2019 su cifra más elevada de empresas a estas alturas del año igualando el registro de 2007, que hasta la fecha suponía el más alto de la serie estadística disponible.

Los últimos datos de la Seguridad Social indican que la provincia cuenta al mes de junio con 59.775 firmas adscritas al Régimen General, un número similar al de ese mes en 2007, que marcó la cúspide del proceso expansivo de la economía. La crisis estalló en 2008 y durante los ejercicios más duros de la recesión, el censo en Málaga llegó a caer a niveles de entre 47.000 y 49.000 firmas.

Otra magnitud que confirma la recuperación del censo empresarial es la estadística de sociedades mercantiles. Málaga ha conseguido recuperar la cifra de empresas que ostentaba justo al inicio de la crisis aunque el tejido productivo continúa falto de firmas de mayor tamaño que permitan generar más empleo y reducir las todavía abultadas cifras de paro. El estudio «Análisis económico-financiero de la empresa andaluza 2018», presentado hace unos meses por Analistas Económicos de Andalucía, la sociedad de estudios del Grupo Unicaja, revelaba que Málaga contaba con 119.512 sociedades mercantiles a cierre de 2017, una cifra que rebasaba ya las 116.683 que había en 2008.

La pujanza económica y productiva de la provincia malagueña queda también reflejada en el hecho de que se trata de la única andaluza que ha conseguido reponer de momento su tejido empresarial. Andalucía en conjunto, con 501.745 empresas, tampoco alcanza aún las 522.815 de 2008, que supusieron el máximo histórico en este apartado justo antes de que los terribles efectos de la crisis dejaran una drástica reducción en el parque de sociedades.

Málaga presenta así una tasa de 73,5 empresas por cada mil habitantes, un dato que la coloca trece puntos y medio por encima de la media andaluza (que se sitúa en 59,9) y tres puntos por encima de la nacional (70,5), según los datos contenidos en ese informe.

La mejora empresarial, sin embargo, no va acompañada de una recuperación equiparable del empleo. Las cifras de paro, en este sentido, son claras: Málaga tiene ahora 134.267 parados inscritos en los servicios púbicos de Empleo, un 56% más que los 86.000 que se registraban en 2007.

La encuesta de población activa (EPA), la otra gran estadística que arroja sobre luz sobre el paro en España, indica que los 135.700 parados que contabilizan en Málaga al cierre del segundo trimestre de 2019 casi duplican a los 72.000 de antes de la crisis (un 90% más).

Ocupados y dimensión

Por el lado del empleo, las cifras de ocupados, sin embargo, sí superan ya a las de antes de la recesión en la provincia y se sitúan en unas 650.000 personas. La explicación para este desfase estriba, según ha explicado en varias ocasiones la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), en la subida de población activa de la provincia, que se agudiza en los ciclos de reactivación económica. Así, Málaga tiene ahora 785.600 personas en edad y disposición de trabajar, 90.000 más que hace 12 años.

La CEM también admite que las empresas que han ido desapareciendo durante la recesión (se estima que fueron unas 18.000) eran en muchos casos negocios muy asentados que generaban más empleo que los que vienen surgiendo ahora y que responden muchas veces al perfil de autoempleo o al de pequeñas firmas con una media de entre dos y cuatro trabajadores. La realidad es que el 97% de las empresas malagueñas son micropymes que no llegan a los diez trabajadores.