La provincia de Málaga ha registrado en el primer semestre del año una subida del 2,9% en sus exportaciones y sigue confirmando su dinámica al alza tras un pasado 2018 que rompió la positiva tónica de los últimos ejercicios. Según los datos publicados ayer por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, hasta el mes de junio se han comercializado mercancías por valor de 1.068 millones de euros. El grueso de las exportaciones sigue correspondiendo al sector agroalimentario malagueño, donde se concentran productos tan pujantes como el aceite de oliva o los cultivos subtropicales (sobre todo el mango y el aguacate). Este sector aglutina en lo que va de año, con 574 millones, el 53,7% del comercio exterior en la provincia.

El segmento «agro» sigue así mostrando una buena evolución y arroja un 10% de incremento sobre las cifras del mismo periodo del año anterior, a pesar del menor precio de mercado que ostentan productos clave para Málaga como el aceite de oliva (algo que ha llevado en los últimos meses a manifestaciones del sector olivarero andaluz) o la complicada coyuntura internacional, condicionada por las tensiones comerciales que genera la política del presidente de EEUU, Donald Trump.

El segundo sector en importancia para la exportación malagueña es el de manufacturas de consumo, que engloba a actividades como el textil. Hasta junio se contabilizan 133,4 millones de euros, con un aumento del 6,9% sobre las cifras de 2018.

De mantenerse el ritmo de exportación en este 2019, Málaga cerraría el año con más de 2.100 millones en mercancías comercializadas fuera de España, lo que supondría la segunda mejor cifra de siempre tras los 2.198 millones alcanzados en 2017. El volumen exportador de estos ejercicios, en todo caso, supone más del doble del registrado en 2007 (980 millones), en pleno boom, cuando las empresas malagueñas fiaban casi toda su actividad al tirón de la demanda interna y las exportaciones eran algo opcional. La crisis cambió por completo este panorama y obligó a las compañías a elaborar planes de internacionalización para buscar en otros países el negocio perdido en España.

Por otro lado, las importaciones han crecido en esta primera mitad de 2019 un significativo 18,9% en Málaga con respecto al año anterior para un total de 1.171,6 millones de euros, lo que parece indicar que el consumo sigue reactivándose. La balanza comercial de la provincia (diferencia entre exportaciones e importaciones) se sitúa así en negativo, con un déficit hasta la fecha de casi 102 millones.

Andalucía ha alcanzado en el primer semestre de 2019 un superávit comercial con el exterior de 1.874 millones, el segundo mayor registrado desde que se tienen datos estadísticos (1995) para un periodo enero-junio, en el que la tasa de cobertura se ha situado en el 112,3%, hasta 21 puntos por encima de la registrada por España en conjunto, que se situó en el 90,9%, con un déficit de su balanza comercial de 14.712 millones.

En los seis primeros meses las exportaciones andaluzas alcanzaron los 17.116 millones, lo que supone un leve descenso del 0,6% respecto al mismo período de 2018, debido a la depreciación del valor de las materias primas, mientras que las importaciones registraron una bajada del 6,1% interanual hasta 15.242 millones.