La Universidad de Málaga tiene en torno a 35.000 estudiantes entre los que hacen grados o cursos de postgrado y muchos de ellos no son originarios de la ciudad o la provincia. Es más, una parte de ellos son, incluso, extranjeros. Así, el alza de los alquileres residenciales hace que muchos se planteen la posibilidad de alojarse durante sus estudios, o incluso para cursos de verano, que cada vez tienen más demanda, en residencias de estudiantes, un nicho de mercado que sufre ahora, según los consultores, un auge muy importante y que va a crecer mucho en los próximos meses. De hecho, según el director de la zona de Málaga de Savills Aguirre Newman, José Félix Pérez-Peña, la ciudad cuenta ahora con 1.200 plazas y la necesidad es «crecer el doble», hasta las 2.400 camas como mínimo.

Ello se debe a la enorme demanda existente, y no sólo de estudiantes de la UMA, sino también de EADE, la universidad privada, o de aquellos que vienen a la capital a estudiar español (unos 17.000 cada verano), un sector turístico y económico que también está en franca expansión desde hace años.

En su informe Visión 2019, Aguirre Newman destaca que, pese a ser Málaga la tercera ciudad universitaria de Andalucía, el registro de camas en residencias de estudiantes es inferior a las medias nacional y regional. Esta escasez ha derivado la demanda a la vivienda compartida en alquiler por habitaciones y vivienda de alquiler de duración estacional, algo complejo para las economías estudiantiles y de sus familias.

La mayoría de residencias de estudiantes se concentran en Teatinos y el tamaño medio de los centros es de 163 plazas. La ocupación se sitúa al 82%, siendo en algunos casos el 100%. El informe, de cualquier forma, señala que actualmente hay seis nuevos proyectos de residencias de estudiantes que van a incorporarse a la ciudad en el horizonte 2021/2022, que suman 906 plazas y basta leer la prensa para comprobar como hay empresas interesadas en montar residencias de estudiantes, por ejemplo, en el edificio de Correos que quiere subastar la Junta próximamente.

Pérez-Peña señala que cuatro de esos proyectos se abrirán en Teatinos y hay otro previsto en la calle Cerrojo. «Son residencias dirigidas a un nivel medio o alto y orientado al estudiante que demanda residir y una amplia oferta de servicios, con edificios que ofrezcan zonas de ‘coliving’, es decir, son muy importantes las zonas comunes como los gimnasios, las zonas de estudio, espacios de coworking, etcétera...», dice Pérez Peña, quien recuerda que en los terrenos de Sánchez Blanca, por ejemplo, Urbania compró suelo para hacer una residencias de estudiantes ambiciosa. «Málaga es la tercera ciudad de España con más estudiantes extranjeros», dijo.

Este experto considera que un mercado sano llegaría hasta las 3.000 plazas y que si en la ciudad hay (sumando todos los centros universitarios y de FP, amén de los de idiomas y las universidades privadas) 40.000 estudiantes al año, un 8% de estos debería tener plazas en residencias. ¿Por qué el mercado de las residencias de estudiantes experimenta este auge? «Al final hay bastante suelo dotacional en el mercado más barato que el residencial, y los promotores de residencias de estudiantes buscan rentabilidades mayores aquí. Esta es ahora una tendencia nacional, no sólo en cuanto a residencias de estudiantes, sino también en el logístico», dice, y la otra explicación es que «al final Málaga se descubre como una ciudad importante a nivel inmobiliario, no sólo como Costa del Sol, sino también para acoger hoteles, retail o centros comerciales».

Un ejemplo del dinamismo de este mercado es la construcción de una residencia de estudiante en Teatinos por parte de Greystar, en concreto en la calle Mesonero Romanos, bajo la marca RESA y encargado a Inbisa Construcción, que cuenta con una inversión de 9,8 millones. La residencia, cuya construcción comenzó en septiembre de 2018, tiene 304 habitaciones con baño y cocina y 322 camas. El managing director de Greystar España, Juan Manuel Acosta, indicó que «Málaga Teatinos surge de la necesidad de dar solución a uno de los principales problemas que tienen los estudiantes actualmente: el acceso a residencias de estudiantes de primera calidad y tarifas competitivas. Los estudiantes de hoy en día ya no se limitan a cubrir su alojamiento, sino que demandan un servicio diferencial y que la residencia cumpla con los estándares de calidad». Javier Caro, director de Advisory & Specialist Markets en CBRE Valuation Advisory, aseguraba en noviembre que la ciudad es sin duda uno de los mercados clave en cuanto a las residencias de estudiantes en España debido a la comunidad estudiantil (en periodo lectivo y en verano) y la escasa oferta actualizada, por lo que el verano es una buena época para captar estudiantes que estudian español en la ciudad. Con los desarrollos previstos en la fecha (noviembre de 2018), Málaga pasaba de 4,1 a seis camas por cada 100 estudiantes, igualándose a la media española.