­El policía nacional de Málaga Antonio Gómez ha logrado el primer puesto en el Campeonato Mundial de jiu-jitsu celebrado entre los días 21 y 24 de agosto en la ciudad de Las Vegas (Nevada) y organizado por la federación más prestigiosa del mundo, International Brazilian Jiu-Jitsu Federation (IDJJS).

Cuatro años es el tiempo que el granadino de Olivares, residente desde hace 14 años en Málaga, Antonio Gómez lleva practicando esta modalidad de arte marcial, el jiu-jitsu brasileño, y recientemente se ha reafirmado como ganador del mundo en la categoría Master 3 (solo adultos), cinturón morado, peso pesado.

Tras su primer año como practicante de jiu-jitsu, ya logró hacerse con el primer puesto en el campeonato europeo que se organizó en Lisboa. Pese al breve periodo de tiempo que había transcurrido entre su inicio como atleta de jiu-jitsu y la celebración del campeonato, Gómez fue capaz de lograr el primer puesto y, es que este andaluz, ya tenía rodaje en otros deportes como el crossfit, con el que llevaba cinco años compitiendo de manera profesional.

Pero en el jiu-jitsu encontró su verdadera pasión en la que invierte gran parte de su energía física y mental. «El jiu-jitsu es un deporte de mucha estrategia», afirma Gómez, que ya no puede -ni quiere- dejar de pensar en cómo conseguir ciertas llaves y superarse, su principal motivación para entrenar.

Como policía nacional lo tiene claro, el jiu-jitsu es un deporte imprescindible para cualquier mujer que quiera ser capaz de defenderse contra un agresor con mayor fortaleza física. Él mismo se apuntó a su escuela de Torremolinos junto a su hija de cuatro años. A día de hoy, los dos continúan entrenando. «Yo he hecho muchos deportes y el único que realmente funciona es el jiu-jitsu porque no hace falta fuerza», asegura Gómez ya que, en sus primeras clases de este arte «una chica me finalizó, me estranguló, y no podía con ella y soy el triple que ella», añadió.

El jiu-jitsu en un deporte cuya idoneidad para la defensa de las mujeres reside en el uso de llaves que anulan al oponente debido al dolor, a la falta de riego sanguíneo u oxígeno, sin necesidad de ejercer fuerza bruta para bloquearle y sin causar daños severos. Precisamente, la técnica llamada del 'mataleón' que se ha puesto de moda entre algunos delincuentes procede también del jiu-jitsu.