El Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) ubicado en el puerto de Málaga empezó ayer a funcionar de improviso, sin corriente eléctrica y provisto de un generador, para acoger la llegada de 131 inmigrantes de origen subsahariano, entre ellos tres menores, que trataban de cruzar el mar de Alborán en dos pateras.

La embarcación de Salvamento Marítimo «Guardamar Calíope» rescató a los inmigrantes en alta mar y los trasladó al puerto de Málaga cerca ya de la medianoche, donde fueron atendidos por efectivos de Cruz Roja y sin necesidad de traslado hospitalario.

Una vez alojados en el Centro de Atención Temporal, los inmigrantes permanecen bajo custodia policial durante el plazo máximo de 72 horas que prevé la ley para su identificación y tramitación de los correspondientes expedientes administrativos.

Sin inauguración oficial

Estas instalaciones, que dependen directamente del Ministerio de Interior, aún no han sido inauguradas oficialmente por el titular de esta cartera, Fernando Grande-Marlaska, que en una visita a Málaga el verano pasado anunció que el centro, cuyas obras se iniciaron en mayo, estaría operativo para el mes de julio, un plazo que finalmente no se ha cumplido.

Más recientemente, el pasado miércoles, la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ratificó que aunque el centro no se había inaugurado todavía, «ya estaba preparado para funcionar».

Valerio ofreció estas declaraciones precisamente en el acto de inauguración del nuevo Centro de Acogida de Emergencia y Derivación (CAED) ubicado en la avenida Ortega y Gasset que estará gestionado por Cruz Roja y que cuenta con una con capacidad para dar cobijo a 230 personas. Las funciones de este centro, de los que solo se contabilizan siete en toda España, distan de las del CATE, orientado a la atención inmediata, y se centran en ofrecer ayuda personalizada para reducir posibles daños físicos y emocionales.

De esta manera, entran en funcionamiento unas infraestructuras con capacidad para albergar a unas 300 personas, que como ya informó este periódico han sido objeto de polémica por las condiciones de las instalaciones, de las que se ha denunciado, entre otros aspectos, la falta de espacio en los módulos destinados a la estancia de los inmigrantes.