La subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, ha anunciado este jueves que la Demarcación de Costas Andalucía Mediterráneo ha remitido para su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el Estudio de Impacto Ambiental de la obra marítima de los Baños del Carmen, que previsiblemente saldrá a información pública la primera semana de septiembre.

Este proyecto, según ha explicado la subdelegada, prevé actuaciones en el tramo comprendido entre la punta del Morlaco y la explanada donde se sitúa el edificio del antiguo balneario y permitirá multiplicar por cinco la superficie útil de playa, hasta los 12.700 metros cuadrados.

"Se da un paso importante que nos permite seguir avanzando en esta iniciativa tan importante para Málaga y que demuestra el compromiso del Gobierno con los Baños del Carmen", ha apuntado Gámez, que ha recordado que el Estado recuperó hace justo un mes los terrenos de este recinto después de 99 años de concesión, un trámite que permite actuar también en la parte terrestre del recinto.

El Proyecto para la regeneración del frente marítimo y de la playa a poniente de los Baños del Carmen (conocido como obra marítima) ha sido sometido a revisión y actualización por parte de Costas, junto a la Universidad de Cádiz, tras la resolución de 23 de marzo de 2017 de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente que declaraba la necesidad de someter el proyecto al trámite de Evaluación Ambiental Ordinaria.

Había sido redactado en 2015 y había pasado la Evaluación de Impacto Ambiental Simplificada. El citado proyecto consistía en la ejecución de dos espigones (uno a poniente de la playa que partiera desde la punta del Morlaco y otro más pequeño a levante, sobre el roquedal que existe junto al muro de ribera del restaurante), además de la regeneración de la playa con aportes de arena.

Una de las novedades ahora, tras el trámite de respuesta de las alegaciones en la Evaluación Ambiental Simplificada, es la eliminación del pequeño espigón de levante sobre el roquedal, que ha sido identificado como zona de especial importancia ecológica, y se descarta la ampliación de la línea de orilla en esta zona.

Los trabajos de revisión han consistido en la realización o actualización de estudios de fondos marinos e identificación de especies protegidas, a los que hay que añadir trabajos de batimetría y topografía, caracterización de sedimentos y prospección geofísica subacuática con fines arqueológicos.

"El objetivo ha sido minimizar las afecciones ambientales", ha subrayado la subdelegada. Una de las mejoras técnicas que se han introducido al proyecto es el desplazamiento en planta del arranque del espigón de poniente (el que parte desde el Morlaco) para no afectar a tres individuos de Patella ferruginea, una especie que está en peligro de extinción.

En este espigón, cuyas dimensiones serán más reducidas de las que se diseñaron inicialmente, se crearán también plataformas sumergidas horizontales para su colonización por las especies Cystoseira tamariscifolia y Cymbula nigra, en compensación a la parte del roquedal que quedará afectado por el aporte de arenas para la creación de la playa.

En este sentido, los aportes se realizarán con arena de mayor tamaño medio de grano, una medida que persigue "una playa más estable y provocar una menor afección ambiental" durante el vertido en la playa, ha puntualizado Gámez.

La superficie útil del arenal prácticamente se quintuplica al pasar de unos 2.700 a unos 12.700 metros cuadrados. El proyecto también contempla un nuevo acceso peatonal a la playa desde el extremo de poniente (a través de unas escaleras), que se ejecutará con materiales que consigan una integración máxima con el entorno. Además, el actual acceso principal que existe en este recinto será mejorado para su adaptación a personas con movilidad reducida.