Estefanía C.P., psicóloga y madre de María, afronta la presencia de estas nuevas tecnologías en la unidad familiar con «naturalidad» y siendo consciente de que son «un complemento más en nuestras vidas». Como madre de una de los menores de la generación táctil, reconoce que es esencial «encontrar el equilibrio para lograr que estas nos ayuden, sacándoles el mayor partido posible para lograr que aprendan optimizando estos dispositivos. María por ejemplo, mediante las aplicaciones webs aprende inglés con juegos, canciones, etc».

El papel de los padres frente a la sobreexposición de los menores a estas pantallas tecnológicas es uno de los aspectos que destaca Marta Garrido, psicóloga infantil en el centro PsicoAbreu Málaga. «La figura de los padres y el uso que hacen estos de los diferentes dispositivos táctiles, es determinante en la actitud de los menores», afirma.

Como una generación sin apenas referentes analógicos en su entorno, desde que nacen cuentan con un dispositivo esencial y casi insustituible en la vida familiar: el móvil. «Es lo que ven, lo que han aprendido, lo que les distrae y por lo tanto, lo que comienzan a demandar de forma consciente no es una pelota, sino un smartphone», destaca Garrido. La psicóloga especialista en menores aconseja que los padres establezcan «límites y pautas» en el uso de las tecnologías, así como dedicarles tiempo a los menores y potenciar las actividades y juegos tradicionales que no los alejen «del entorno real».