Considerada por la ONU como una de las industrias más contaminantes para el medioambiente, por encima de la manufacturera, la energética o la alimentaria, la moda es responsable de más del 20 por ciento de las aguas residuales que se producen en el planeta y de alrededor del 10 por ciento de las emisiones de CO2. Según informó la propia Organización de las Naciones Unidas en su última conferencia sobre Comercio y Desarrollo, cada año este sector «consume unos 93.000 millones de metros cúbicos de agua», un volumen con el que se podrían satisfacer las necesidades de cerca de cinco millones de personas, y es responsable de que se tiren al mar medio millón de toneladas de microfibra, una cantidad equivalente a tres millones de barriles de petróleo, material con el que se produce esta fibra plástica.

Frente a esto, expertos de la ONU consideran que este comportamiento es responsable de un gran porcentaje de efectos negativos producidos tanto en el ámbito ambiental como el económico y social y reiteran «la importancia de garantizar que la ropa se fabrique de la manera más sostenible y ética posible».

A este nuevo movimiento que evita que la contaminación medioambiental producida por el sector de la moda, se ha sumado la tienda malagueña Veganized. Este negocio, situado en la céntrica calle Fernán González, se define como «Non Toxic Fashion» y fue creado hace unos cinco años por Melanie Trocoli y Uli Müller, una emprendedora pareja alemana que tras trabajar en la banca y el comercio exterior se lanzaron a este sector con la idea de formar parte de un mundo más sostenible.

«Con el nacimiento se nuestra primera hija comenzamos a concienciarnos al respecto e iniciamos una búsqueda de productos ecológicos, no sólo alimentarios que suelen ser los más comunes, sino todo lo demás que habitualmente utilizamos», explica Trocoli, uno de sus fundadores. Aquí llegó el punto en el que se iniciaron en la moda sostenible, y es que habitualmente no se pasea por la calle desnudo, la ropa es parte de la vida y la cultura de las personas. Es por ello que «es importante tomar conciencia en el uso de las prendas que utilizamos. Aunque no lo parezca, podemos aportar muchísimo a nuestro planeta utilizando una ropa que puede ser de última tendencia al igual que cualquier otra, pero con un matiz que las diferencias del resto: son prendas que respetan al medio ambiente», explica.

La tienda está conformada por multitud de marcas amigables con el medio ambiente, respetuosas con los animales y las propias personas. Sus propietarios realizan una continua búsqueda de marcas con las que ir a la moda, pero que cumplan requisitos en su producción como puedan ser el uso de materiales ecológicos o trabajar respetando a los trabajadores y las condiciones en las que lo hacen. «Buscamos que estas produzcan bajo el certificado de Comercio Justo, es decir, elaborando productos en condiciones justas garantizando un trato justo no sólo al medio ambiente sino a sus propios empleados».

Respetando el medio ambiente

Una de la novedades que incluye la tienda dentro de sus criterios de selección es que estén libres de crueldad animal, es decir, bajo una filosofía vegana. «Siempre hay alternativas éticas y ecológicas a materiales como puedan ser el cuero, las plumas, la lana o la cera», destaca Trocoli.

Materiales como el cáñamo, el caucho natural, el lino, el corcho, el algodón orgánico, la viscosa ecológica o de eucalipto o el poliéster reciclado son algunos de los componentes principales que pueden encontrarse en las prendas que cuelgan de las perchas de Veganized. Desde chanclas de caucho natural, pasando por bolsos fabricados con el material reciclado de las mangueras usadas por los bomberos o ropa de baño realizada con residuos encontrados en el mar como puedan ser redes de pesca o plásticos. Entre sus productos no podía faltar una de las prendas más compradas e indiscutiblemente básicas de cualquier armario, pero una de las más contaminantes en su proceso de producción: los vaqueros. En este caso, se trata de vaqueros totalmente éticos que carecen de blanqueantes, pesticidas o fertilizantes ni ningún componente que pueda incorporarse al organismo ya que como explica, Uli Müller, «no están fabricados con metales pesados, azufre o benceno, materiales que habitualmente se utilizan en el proceso fabricación de un denim normal».

Sin duda, la ciudad de Málaga está más que nunca, sumergida en el desarrollo sostenible y sector ecológico. A los numerosos establecimientos de comida a granel, alimentos o productos ecológicos, las personas que deseen iniciarse en la lucha contra la contaminación medioambiental tienen a partir de ahora un lugar más en la capital donde poder adquirir, además, prendas éticas. «Ahora ha evolucionado y fácilmente puedes encontrar tiendas a granel, alimentos pero, sobre todo, unos malagueños que cada vez están más concienciados sobre el tema y que responden de forma positiva a negocios como el nuestro».