El campo malagueño mira hacia el cielo con esperanza. Desde ayer, con los primeros frentes húmedos que anuncian tormentas, reza por un año hidrológico que definitivamente ponga fin a este ciclo de sequía que arrastran los embalses en la provincia. Las lluvias de este septiembre son esperadas por igual en todas las comarcas y con independencia de los cultivos. Hay una única excepción, como recuerdan los sindicatos agrarios, la uva, que está en plena recolección y a la que una cantidad significativa de agua le resultaría bastante dañina.

Tampoco sería beneficioso, «en absoluto», que llegasen las primeras lluvias de septiembre con pedrisco o granizo. Ahí se temería al mismo tiempo por la aceituna de mesa, que empezará a recolectarse nada más concluya la campaña de la vendimia. «Hemos visto episodios recientes en la Sierra Sur de Sevilla, con pedrisco, como también en algunas localidades limítrofes pero dentro de la provincia de Málaga, y lo que no queremos es tener que lamentar daños por precipitaciones de este tipo. Pero llevamos ya más de cuatro meses sin lluvia y con las altas temperaturas no se descartan este tipo de episodios en esta época del año», relata el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido.

Explica en este sentido que, con los constantes cambios estacionales, «el tiempo está como está». Ayer mismo se registraron fenómenos tormentosos por Archidona y algunas cotas altas del Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, según agregó el propio portavoz sindical. Desde el 24 de abril no hay datos pluviométricos significativos en la provincia, como ha constatado el propio colectivo en Málaga: «Cualquier agua que venga será en estas fechas bienvenida».

Entre los restantes portavoces, más allá de aspectos puntuales, el común denominador en cuanto a sus reivindicaciones es la mejora de las infraestructuras. Bellido ya se lo trasladó recientemente a los dirigentes autonómicos, de forma que mantengan en sus agendas la conexión litoral entre los embalses de La Concepción y La Viñuela, al objeto de garantizar al subtropical «suficientes recursos hídricos», así como el trasvase desde Iznájar que no sólo evite las temidas restricciones en las localidades de la comarca antequerana, sino que también puedan propiciar nuevas oportunidades en el regadío de esta parte de la provincia malagueña.

«Daríamos tranquilidad al sector agrario y solventaríamos problemas estructurales, que generan restricciones en épocas de sequía», coinciden en declarar otros representantes. Es, precisamente, el mensaje que la Asociación Española de Productores de Frutas Subtropicales trasladaba a la Junta durante una reunión que sirvió para poner las bases para un futuro «origen protegido» del aguacate malagueño.

Esta misma semana, durante la reunión de la Mesa de Interlocución Agraria, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible anunciaba además «una batería de medidas para proteger al sector agrícola y ganadero andaluz de los efectos de la sequía». A dicho encuentro asistieron, junto a Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias. Para la consejera, Carmen Crespo, resulta de especial interés el incremento en un millón de euros de las «ayudas para la contratación de los seguros agrarios», hasta situarlas en los 10,7 millones de euros.

No obstante, otras medidas, son competencia directa de Bruselas y en las mismas figura «el aumento de los anticipos de pagos de la PAC» hasta el 70%, frente al 50%. Crespo, asimismo, abordó la seca de la encina, si bien esta variedad carece de una extensión significativa en el interior de la provincia, como ayer recordaron los portavoces presentes en dicha reunión sectorial.