Sergio Scariolo ha demostrado ser un entrenador «top» y también saber rodearse de los mejores ayudantes para sus proyectos profesionales. En la cita de China que terminó ayer con el oro para España, el técnico italiano afincado en Marbella estuvo acompañado en su staff por dos malagueños, el preparador físico Enri Salinas y el técnico ayudante Ángel Sánchez Cañete, que han sido también piezas claves para que España logre el triunfo mundialista.

Cañete está formado en el Club Baloncesto El Palo, ejerce funciones de ayudante en el Unicaja y repite esa misma labor con la selección de España. Su trabajo es un tanto oscuro, pero fundamental a la hora de plantear los partidos. Es el encargado de estudiar a los rivales. Su trabajo es vital para España y para Scariolo, como se ha visto en la fase final, ahogando a Serbia, uno de los favoritos, bloqueando la fortaleza de Australia y borrando el potencial de Scola y Campazzo, las estrellas de Argentina. La pizarra de Scariolo ganó la partida a todos sus homólogos y en ello Cañete tuvo un papel fundamental en idear la táctica a seguir en cada partido. La versatilidad del equipo, con defensas alternativas, variedad de opciones en ataque y una profundidad de banquillo que se ha mostrado clave han llevado a España a ser Campeona del Mundo por segunda vez, siendo Cañete uno de los cerebros que hay detrás de este campeonato.

Enrique Salinas ha sido otro engranaje fundamental. Su puesto como preparador físico de la selección española de baloncesto ha permitido recuperar a los jugadores procedentes de la exigente NBA, a los que ha tenido que recuperar para que llegaran en plenitud de condiciones a la fase final del Mundial. Al igual que con los que llegaban de las vacaciones de verano y que han tenido que ponerse a punto.

Salinas, que también trabaja en la preparación de la cantera del Unicaja, es uno de los profesionales más reputados de su sector en España, por lo que Scariolo no dudó en contar con él para la selección. Su trabajo se ha dejado notar en esa curva de evolución que ha descrito la selección y que le ha llevado a llegar en plenitud física y mental a la fase final, deshaciéndose de los argentinos con facilidad en la final tras una exigente semifinal contra los australianos que necesitó de dos prórrogas.

A ellos dos se les suma el doctor malagueño Carlos Salas, que estuvo varias temporadas en la disciplina del Unicaja, para pasar después a realizar esas mismas funciones en el Real Madrid. El médico costasoleño es otro clásico en las convocatorias cada verano de la Selección Nacional. Su papel para cuidar la salud de los internacionales ha sido parte importante del éxito de España en China.

Mención especial, ¡cómo no!, para el "malagueño" nacido en Brescia Sergio Scariolo. El técnico, que permaneció 5 temporadas en el club cajista, cosechó un nuevo éxito para el baloncesto español tras lograr su cuarta medalla de oro (3 Europeos y el reciente Mundial), una plata (JJ OO de Londres) y 2 bronces (JJ. OO. de Río y un Europeo).