Pese a que las películas de John Ford y John Wayne dejan bien claro quiénes masacraron a los indios en Norteamérica, la Amal Mutsun Tribal Band, un grupo de nativos americanos, ha logrado la retirada de una campana, símbolo de la evangelización española en California.

Se trata de una réplica de 1906 de una pequeña campana (unos 20 centímetros de alto) como las que jalonaban las 21 misiones fundadas en el siglo XVIII por el franciscano fray Junípero Serra a lo largo de 1.200 kilómetros de costa californiana. Para la Amal Mutsun Tribal Band representa «la opresión a las poblaciones indígenas».

La retirada de la campana, que se encontraba en la Universidad de California, en la ciudad de Santa Cruz, propició que la ensayista María Elvira Roca, la autora de Imperiofobia y leyenda negra, contactara en agosto con la Asociación Bernardo de Gálvez, para adquirir la campana y poder mostrarla en Málaga.

En un artículo en el diario El Mundo, la profesora denunciaba el blanqueamiento del «genocidio californiano que se perpetró bajo administración estadounidense», con estas y otras actuaciones de «borrado infamante del pasado hispano de Estados Unidos».

La buena noticia es que la campaña ha sido todo un éxito y se han recaudado casi 3.600 euros, a la espera de que varias entidades completen la cifra hasta llegar a 5.000.

«El precio de 5.000 euros salió de nosotros, pensando en una cifra que respondiese a la antigüedad de la campana, pero incluyendo el porte, la restauración y por supuesto, la colocación en Málaga en un lugar por determinar», explica Manuel Olmedo, académico de la Historia y vicepresidente de la Asociación Bernardo de Gálvez. Por cierto que si hay dinero sobrante, la asociación lo donará al convento de franciscanos de Vélez.

Como detalla el académico, esos 1.200 kilómetros de costa con 21 nuevas misiones, conocidos como el Camino Real, fueron el empeño del ministro malagueño de Indias, José de Gálvez, por poner freno a la expansión del imperio ruso, que ya se había hecho con Alaska. «Fue la última expansión de la Corona Española en el mundo y la realizaron el mallorquín fray Junípero Serra y voluntarios catalanes».

90 campanas

En 1906 los norteamericanos hicieron réplicas de 90 campanas de las misiones, que se instalaron a lo largo del Camino Real, «a unos 15, 20 kilómetros de distancia, lo que duraba una jornada de camino en el siglo XVIII», precisa Manuel Olmedo.

A su lado se encuentra el también académico de la Historia y miembro de la asociación, Francisco Cabrera, que resalta que lo bonito de la iniciativa es que en el centenar de donaciones particulares, «cada uno ha aportado lo que buenamente ha podido, desde 5 euros hasta 50».

Para el investigador, esta campaña propiciada por María Elvira Roca ha hecho posible que muchas personas conozcan la poco divulgada «labor evangelizadora y civilizadora de España en toda esta zona». A su juicio, también pone en evidencia la «falacia» de las críticas a la labor de España. «Los núcleos indígenas reivindicativos están tirando a donde no tenían, porque tiran para España y España hizo todo lo contrario». Por eso, considera que esta acción nacida en Málaga «contribuye a reivindicar la Historia, no a tergiversarla».

La Asociación Bernardo de Gálvez baraja ya tres emplazamientos en el Centro de Málaga para la campana, un objeto que simboliza no sólo la presencia española en los actuales EEUU sino también la influencia de los Gálvez de Macharaviaya.