La confrontación entre partidos, que aflora en cualquier ámbito de la vida política, ha proyectado sus sombras sobre el sistema educativo en fechas tan previsibles como las del inicio de un nuevo curso. La respuesta del Gobierno andaluz del PP y Ciudadanos a las acusaciones del secretario general del PSOE malagueño, José Luis Ruiz Espejo, no se ha hecho esperar. Horas después de que el también parlamentario andaluz socialista achacase «el pésimo arranque en Secundaria, Bachillerato y FP a la mentiras o medias verdades de la Junta y el consejero Javier Imbroda», la delegada provincial de Educación, Mercedes García Paine, atribuyó el déficit de infraestructuras a «la herencia» de la anterior gestión del PSOE en la región. Según reiteró la delegada, aquella etapa estuvo caracterizada en la Consejería de Educación «por la falta de agilidad y de sensibilidad con las necesidades educativas de la provincia».

En su reacción a las críticas socialistas, García Paine insistió en culpar a la gestión heredada en la Junta de Andalucía de los datos que sitúan a la provincia de Málaga a la cabeza de las provincias de la comunidad autónomas en cuanto a lo que a carencias en equipamientos e infraestructuras educativas se refiere.

Según explicó la delegada de Educación, el nuevo Ejecutivo andaluz «ha detectado que se encontraban en Málaga 455 actuaciones sin ejecutar desde 2016», lo que se traduce en « unas obras que tienen un importe de 143,48 millones de euros, y constituyen, aproximadamente, la tercera parte de todas las actuaciones pendientes en el conjunto de Andalucía».

A este respecto, la responsable provincial de la Consejería de Educación aseguró que «la Junta de Andalucía está trabajando en estos momentos en un Plan de Infraestructuras para los próximos siete años que paliará esta situación de déficit de construcciones». A juicio de Mercedes García Paine, el desarrollo en la provincia de Málaga de estos trabajos «resulta especialmente necesario dado su dinamismo demográfico, que en determinadas zonas es muy acusado».

Asimismo, en su respuesta a las acusaciones de la oposición, la delegada recordó que «la Agencia Pública Andaluza de Educación contrató el pasado mes de julio la redacción del proyecto para la construcción de un nuevo centro de cuatro líneas de Secundaria obligatoria y dos de Bachillerato en la zona de Las Chapas de Marbella, que albergará al alumnado que ocupa actualmente aulas prefabricadas». Las carencias en la localidad marbellí fueron, precisamente, uno de los frentes en los que más puso el foco la denuncia del PSOE.

Inicio con «normalidad»

Respecto al mismo inicio de curso que los socialistas calificaron de «pésimo», Mercedes García Paine reiteró que «ha transcurrido con una gran normalidad» y que «desde la delegación territorial se está trabajando sin descanso para subsanar cualquier tipo de imprevisto que pueda alterar mínimamente la rutina educativa».

Según los datos ofrecidos por la Junta, «se han puesto en servicio 80 nuevas unidades en Educación Secundaria Obligatoria, 23 unidades nuevas en Formación Profesional básica, y 35 más en Educación especial de apoyo a la integración»

Asimismo, la Delegación de Educación destacó el refuerzo de la oferta en Formación Profesional de grado medio y superior, con 10 nuevos ciclos, y en la modalidad dual de la Formación Profesional, con 16 nuevos ciclos en la provincia.