Una vez que el regreso a esa especie de 'día de la marmota' electoral ya es real, los mentideros políticos malagueños y sus principales representantes vuelven a estar en modo de campaña. Aunque esta vez, el periplo oficial para la captación del voto solo excederá ligeramente de una semana de duración, aguarda una intensa previa de siete semanas que desembocará en las nuevas Elecciones Generales. Las cocinas de las sedes provinciales de los partidos hierven de nuevo ante la reválida del 10-N. Las fuerzas políticas se preparan, sin perder de vista el crispado ambiente, para repetir el examen nacional de la pasada primavera. En los comicios del pasado 28-A, el PSOE obtuvo cuatro diputados frente al triple empate a dos de PP, Ciudadanos y Unidas Podemos y el escaño de Vox. Con este antecedente reflejado en el espejo malagueño, dirigentes de las cinco formaciones con representación desvelan las sensaciones que tienen a día de hoy.

El secretario general del PSOE de Málaga, José Luis Ruiz Espejo, parte de la atalaya de los buenos resultados: « Los españoles ya han hablado claro el pasado mes de abril y aún más claro en el mes de mayo. Frente a la disyuntiva que se planteó entre el PSOE y el bloque conservador, los españoles eligieron avanzar con un gobierno progresista liderado por el PSOE. Avanzar sin aventuras. Avanzar con seguridad y moderación. Les pediremos que lo hagan aún más claro el 10N, para que no haya más bloqueos y España entre en una senda de estabilidad y serenidad».

En su opinión, «al PSOE nadie puede darle lecciones de responsabilidad y de sentido de Estado». «En la misma situación se encontraba Rajoy en 2016, y el PSOE se abstuvo para que España tuviera la estabilidad de un gobierno sin recibir nada a cambio. En un año, el gobierno socialista ha demostrado que los problemas de España se pueden superar desde la óptica progresista. Que se puede crecer y repartir, con justicia social, que se puede gobernar con limpieza y ejemplaridad, apostando por la convivencia», expresó.

En esta línea, el diputado socialista y cabeza de lista por Málaga en abril, Ignacio López, afirmó que el PSOE comparte «ese mosqueo y la frustración que hay porque ganamos las elecciones y no hemos podido conformar un Ejecutivo estable». «El 10 de noviembre, la gente tendrá más información porque durante esta campaña intentaremos explicar qué ha pasado, por qué no hemos podido poner en marcha las 370 medidas consensuadas con la sociedad civil para un gobierno progresista y esperemos tener una amplia mayoría para poder poner esas políticas en marcha», apostilló el socialista Ignacio López.

En el PP, su diputado por Málaga y Secretario de Comunicación a nivel nacional, Pablo Montesinos, derrochó buenos augurios desde la certeza de que « Sánchez ha jugado con los españoles, haciendo uso de instituciones públicas, y no le saldrá gratis por llevarnos a elecciones de nuevo; los malagueños, junto al resto de españoles, le enseñarán la puerta de salida de Moncloa». «El objetivo es mejorar los resultados electorales, evidentemente; vamos con ilusión y con ganas, aunque teniendo en cuenta el hartazgo de la ciudadanía por la irresponsabilidad de Sanchez de llevarnos otra vez a las elecciones», agregó.

«Él quería elecciones desde el principio y por eso no ha intentado formar gobierno; en ese teatro que ha jugado desde el 28A ha utilizado los medios públicos para su propio beneficio, desde el mismísimo Consejo de Ministros al CIS o RTVE», lamentó Montesinos para reiterar que «el PP es la alternativa y sinónimo de desbloqueo de diálogo y de confianza, como ha demostrado en Andalucía».

Al mismo tiempo, el dirigente popular fue prudente sobre su peso en la candidatura: «Estoy encantado de formar parte del PP de Málaga, pero esa es una decisión de la dirección nacional en coordinación con el PP de Málaga; mi implicación será total como en las anteriores y compatibilizaré el hecho de ejercer de portavoz nacional con mi papel como miembro PP Málaga, utilizando además la provincia para mandar un mensaje nacional».

Por su parte, el diputado de Ciudadanos y cabeza de lista en los pasados comicios, Guillermo Díaz, no se atrevió a hacer vaticinios sobre los resultados «porque todo está muy abierto, no sabemos como va a repercutir en las urnas el enfado de los españoles». «Entiendo el desapego general que se produce ante una situación así, pero habrá que intentar ilusionar y que ese enfado repercuta sobre Pedro Sánchez, el mayor responsable de esta repetición electoral por su frivolidad, que nos ha convertido a todos en instrumentos», expuso el diputado.

A su vez, Díaz trazó algunas de las líneas que seguirán a nivel malagueño: «Cuando se conforme la lista electoral recordaremos que nuestras tres apuestas principales para la provincia son la protección del litoral, ampliar la capacidad de almacenaje de recursos hídricos tanto para consumo humano como agrícola y la dotación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», añadió.

En las filas de Unidas Podemos, el coordinador provincial de IU, Guzmán Ahumada, señaló como gran objetivo «mantener la representación». «Pese al retroceso que sufrimos aquí en Málaga, mantuvimos los dos diputados y queremos seguir con ellos con un mensaje claro: el segundo diputado nuestro se lo quitamos a Vox y ahora también pelearíamos contra ellos por él, de ahí que necesitemos ese voto útil frente a la derecha, sobre lo que tanto lamentamos que el PSOE vuelve a decir que para frenarla hay que votarlos a ellos pero después busca su apoyo», expuso Ahumada. A renglón seguido, reiteró que «aunque nos queda configurar la candidatura y la campaña, ese es el gran objetivo del que partimos».

A día de hoy, en la cúpula malagueña de Vox -sumida de lleno en conflictos internos- prefieren ser escuetos. El presidente provincial, José Enrique Lara, explicó que afrontarán el 10-N «con mucha ilusión» y siguiendo todas las directrices que se vayan marcando desde la dirección nacional. Mantener el escaño en el Congreso logrado el 28-A para su entonces cabeza de lista, Patricia Rueda, e incluso ampliar esta representación son los objetivos mínimos con los que se concurre a esos nuevos comicios que ya tienen a todas las fuerzas políticas de la provincia metidas en la 'cocina'.