Hace un par de semanas la Junta de Andalucía hacía pública su apuesta por la producción ecológica tanto en la ganadería como la agricultura de la región, que entre otros principios se base en una utilización de recursos renovables, mayor calidad alimentaria, fomentar los ciclos biológicos, reducir la contaminación o mantener al diversidad genética. A estas intenciones, se suma la evidente realidad ocasionada por el cambio climático, reflejada en los últimos datos que ofrecía este periódico sobre el año hidrológico, el cual acumula una falta de lluvias que asciende al 16 por ciento.

La provincia malagueña no se libra de las modificaciones medioambientales ocasionadas por las consecuencias de este cambio climático, y así lo pone de manifiesto el último informe sobre Escenarios Locales de Cambio Climático publicado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía. En él, mediante la Red de Información Ambiental de Andalucía (Rediam) y gracias al trabajo de simuladores meteorológicos, este departamento realiza una serie de predicciones climatológicas en las que se simulan los posibles escenarios a los que podría enfrentarse la comunidad andaluza.

En ellos, Málaga podría experimentar para finales del siglo XXI un incremento de 6,5 grados en su temperatura media anual, concretamente en el periodo que abarca del año 2071 a 2099. Este se situaría como el contexto más pesimista (Miroc) al que podría enfrentarse la provincia, elevando estos niveles a los 22,5 grados de media. En el contexto más optimista, el aumento sería de 3,5 grados que dejarían la temperatura media en unos 21 grados.

El informe también mide el número de días en los que se superarán los 35 grados como temperaturas máximas. Respecto a esto, Málaga llegaría a tener hasta 45 días en los que se superen estas cifras, siendo la zona de la Comarca de Antequera y el Valle del Guadalhorce las más afectadas por este incremento, ya que en ellas podrían llegar a superarse los sesenta días al año con estos niveles en sus termómetros.

Precipitaciones

En el estudio realizado por la Junta se aprecia una disminución generalizada de las lluvias en toda la región andaluza, la cual experimentará para finales de siglo XXI una disminución de más del 26,6% de la precipitación anual. En el caso de la provincia malagueña, para 2070 se registraría una media anual de precipitación que rondaría entre los 400-500 mm, medidas alejadas de la cifra actual, que se sitúa alrededor de los 620mm. Según el informe, esto significaría que en «ningún caso el balance hídrico anual superaría los 500 mm». La media más baja se localizaría en la capital de la Costal del Sol con cerca de los 200 mm anuales.

El aumento de las temperaturas y disminución de las lluvias como consecuencia del cambio climático que se está produciendo, provocaría que «la productividad del sector primario en algunas zonas de la comunidad andaluza puedan llegar a caer hasta un 35%».

Modificaciones climáticas

El clima subcontinental con verano cálidos que ahora ocupa entorno al 19 por ciento de la superficie andaluza aumentará hasta el 32 por ciento del territorio, es decir, lo que ahora ocupa todo el Valle del Guadalquivir, se expandirá a toda la provincia cordobesa, la mitad de Sevilla y norte de Málaga. Junto a este subtipo disminuirá el subcontinental con inviernos fríos, de un 42 por ciento de la superficie a un 30 por ciento, quedando reducido a la provincia de Jaén. Y el subdesértico aumentará hasta el 6,4 por ciento del territorio en 2070.

La nueva configuración climática a finales del presente siglo estará caracterizada por la proliferación de veranos cálidos, que actualmente ocupa la parte alta del Valle del Guadalquivir. «El clima mediterráneo de inviernos fríos, actualmente el más extenso, pasará a un segundo plano». La costa mediterránea experimentará un importante incremento de días de calor, propio de la zona de influencia atlántica, mientras que «el incremento de la aridez será la tónica general en toda Andalucía».