Entre los cerca de 400 obras presentadas, En las nubes, del malagueño Gonzalo Campos, ha sido, junto con una obra del también dramaturgo de Málaga Sebastián Sarmiento, una de las cuatro premiadas procedentes de España en el II Certamen Internacional de Textos Dramáticos en español, dentro del IV Festival de Teatro en Español, que en Atenas coordina el profesor Styl Rodarelis, y en el que han participado dramaturgos de España y toda Hispanoamérica.

Médico alergólogo de profesión, Gonzalo Campos, hijo del escritor Juan Campos Reina, confiesa ser «médico de cabeza y escritor de corazón, porque mi pasión es la lectura y la escritura».

El próximo mes de diciembre viajará a Atenas, además de para recibir el premio, para escuchar la lectura dramatizada de su obra. El galardón incluye también la edición bilingüe, en griego y español, de su obra, a cargo de la editorial griega Iaspis.

'En las nubes', por cierto, recuerda a 'Las nubes' de Aristófanes porque, como subraya, «es un guiño a esta comedia de Aristófanes pero también a 'El banquete' de Platón». Y todo este basamento clásico para criticar en clave satírica a la sociedad actual, «tan infantilizada, tan mezquina, tan falta de valores».

La trama, resume, cuenta un banquete entre cirros y cúmulos con dos mesas, una de ellas ocupadas por arquetipos como el joven sacerdote, la vanidosa o el vehemente, mientras que en la segunda mesa «los personajes se llaman todos iguales: ruidosos comensales, y realmente son empresarios corruptos».

La paradoja y motor de la obra es que, hasta que no se pongan de acuerdo, no aparecerá la comida en la mesa, algo que sí consiguen los ruidosos comensales, «que tienen una cosa en común: ganar dinero por encima de todo».

Gonzalo Campos explica que, a la hora de escribir teatro, «es fundamental escribir para publicar en papel, no para que tu obra sea representada, porque entonces lo que haces es reducir tu visión escénica, el número de personajes». Y pone como ejemplo 'En las nubes', en la que intervienen cerca de una docena de actores.

Autor de libros de cuentos ('Mi bello Favel'), echa en falta que más narradores lean teatro y que los dramaturgos lean más narrativa, y se rebela contra el cliché de que el teatro contemporáneo sea aburrido. «Hoy en día es maravilloso, asequible y fácil de leer, además de fresco», subraya.

El teatro en Málaga

Con respecto a la salud teatral de Málaga, cree que está «bastante bien, aunque no sea Madrid, Barcelona ni tampoco Sevilla».

El dramaturgo malagueño está convencido de que el Teatro del Soho «va a funcionar muy bien porque da la sensación de que tendrá un perfil teatral muy espectacular y el nombre de Antonio Banderas va a hacer que venga mucha gente de fuera a hacer ese turismo teatral que nosotros hacíamos cuando íbamos a Madrid o a Broadway». También resalta el respaldo municipal al teatro malagueño en el Echegaray, aunque aboga por que esas obras, «sin famosos, porque son actores malagueños, crucen las fronteras y entren en algún circuito fuera de la ciudad y si es posible, en Andalucía, para que merezca la pena la inversión y las obras tengan uno o dos años de vida». De momento su obra, ya está en Atenas.