Lejos de ser los búnkeres de una playa normanda, vestigios de la II Guerra Mundial, los mazacotes desperdigados por la playa de Arraijanal tienen un origen mucho más pacífico: se trata de seis colectores y una estación de bombeo de Emasa, esta última con una escollera de piedra lamida por las olas.

«Antes, de los colectores sólo asomaba la tapa en la arena», recuerda Encarna García, presidenta de la asociación ecologista Ciriana. A su lado está la secretaria del colectivo, Maricruz Torres, que calcula que el cambio climático ha provocado que el mar avance unos cien metros y ha desnudado estas instalaciones para la conducción de aguas fecales, instaladas hace unos 40 años.

«Se pusieron para la urbanización de Churriana, y eso que sirven a Churriana, a parte de Torremolinos, al proyecto de Santa Tecla, a la ampliación del aeropuerto y de Plaza Mayor. Todo eso baja por ahí», resume la secretaria, que subraya que el saneamiento, además de anticuado y en un sitio inadecuado, es insuficiente.

Para la asociación Ciriana, el problema del avance del mar y la importante regresión de la playa, -algo reconocido por la Demarcación de Costas en junio- ha obligado a Emasa a proteger con rocas la estación de bombeo y uno de los seis colectores, lo que altera la dinámica del litoral; a eso hay que sumar lo que considera el incumplimiento de la Fundación del Málaga C.F., en relación con las obras de su Academia de fútbol, en los terrenos al norte de la playa.

«El proyecto de la Academia contemplaba una depuradora, pero el saneamiento no se ha hecho, cuando tenía que haberse construido antes de ejecutar la primera fase del proyecto», explica Maricruz Torres. Los ecologistas achacan además a las obras la construcción de un aljibe sin permiso del Dominio Público Hidráulico de la Junta de Andalucía, el consumo de agua subterránea sin pasar por ningún contador y recuerdan que al Ayuntamiento comunicaron en 2012 un proyecto más pequeño de lo que realmente se levanta.

«Es como si comunicas que vas a reformar un aseo para poner un váter y ahora me hago una mansión de seis cuartos de baño», señala la presidenta Encarna García.

Por este y otros motivos, la asociación y cuatro colectivos más han enviado una carta al concejal de Churriana, José del Río, en la que piden la «extinción de la licencia de obras».

Últimos coletazos

Pero los problemas no se presentan sólo al pie de la playa, porque a pocos metros de las obras de la Fundación del Málaga C.F., un colector de Emasa está acompañado de aguas negras, últimos coletazos de un vertido de aguas fecales, producto del fallo de una ventosa hace unos días. Con anterioridad, Ciriana alertó de otros dos vertidos más de fecales junto a la playa, descartados por Emasa.

Para Maricruz Torres, Emasa «hace lo que puede» pero se está dedicando a «poner parches». La asociación ecologista Ciriana cree que la solución estriba en retirar por incumplimiento la licencia de obras de la Academia de fútbol, que el Ayuntamiento recepcione el suelo para cedérselo a la Junta y que la administración autonómica, que debe ejecutar el parque metropolitano de Arraijanal en el resto de la zona, solucione por fin el problema del saneamiento.

Hoy martes, en el pleno municipal, el grupo Adelante Málaga tiene previsto presentar una moción en la que pedirá la caducidad de la licencia de obras de la Academia, que califica de «algarrobico malagueño de Arraijanal».

La concejala de Medio Ambiente, Gemma del Corral, declaró la semana pasada a La Opinión que la reubicación del saneamiento «es un proyecto que se está trabajando pero que irremediablemente está unido al futuro parque, del que es competente la Junta, porque pasa por debajo, así como por parcelas de privados». «Es un proyecto grande, que no se puede hacer en un mes, pero ya estamos en conversaciones con la Junta», indicó.