Los temblores de tierra de diciembre de 1884 dejaron su huella eterna en los espejos del Antiguo Conservatorio María Cristina, unas grietas que fueron disimuladas con pinturas artísticas y que pueden verse todavía.

La grieta de casi 40 metros de largo que apareció en abril de 2018 en el muro de un campito de deportes de la calle Cigüela, en las 720 viviendas, no vino acompañado de pinturas decorativas sino de una primera solución de urgencia del Ayuntamiento que consistió en reforzar el muro con barras apoyadas en tablones de madera para que lo apuntalaran. Además de la grieta, la pared presentaba la inclinación de la parte superior.

Como en febrero de este año recordaba Francisco García Vigo, presidente de la Asociación de Vecinos 'Palma-Palmilla. Un nuevo futuro', el muro agrietado y apuntalado sostenía en los inicios del barrio un jardín, aunque luego se optó por construir una pista de deporte.

A comienzos de año acudió a La Opinión porque al fijarse las barras a tablones en el suelo, había remaches de hierro sin protección que suponían un riesgo de accidente.

Tras las quejas de los vecinos, el Consistorio sustituyó las barras de hierro por otro sistema de refuerzo: una gran chapa metálica que abraza el muro dañado.

Pero Francisco García Vigo señala que este sistema sigue poniendo en riesgo a quienes practican deporte en la pista, que no se ha cerrado en todo este tiempo. «El problema ahora es que entre la chapa y el muro hay un gran hueco y cuentan los vecinos que si los niños están jugando y tiran fuera la pelota, se meten dentro del hueco para recuperarla».

A este problema hay que sumar que el Ayuntamiento ha instalado «unos tubos de pvc» que salen del muro, para drenar el agua, «y cuando llueve hay que salir con dos paraguas, porque de la pared sale el agua y antes no pasaba», recalca Francisco García Vigo, que explica que este drenaje está «a un metro y medio o dos metros de altura».

El responsable vecinal vuelve a recordar que el muro se encuentra a un par de pasos de un bloque de vecinos y que el riesgo de que ceda preocupa también a los que pasan por la calle. «Hace falta una solución, no más parches», destaca.

Respuesta del Ayuntamiento

El concejal de Urbanismo y de la Palma-Palmilla, Raúl López, declaró ayer a este diario que el proyecto está listo, la obra presupuestada «y hoy (por ayer) ya debía estar la empresa vallando la zona para empezar las obras esta semana».

Así pues, la solución viene de camino y será inminente.