Un buen profesor debe saber transmitir y tener pasión por su trabajo, además de empatía con los alumnos. Tiene que ser consciente de que los protagonistas son ellos. Tener claro que la escuela es un equipo formado por docentes, familias y alumnos. La motivación es fundamental porque lleva a que surjan más iniciativas y a una mayor conexión con los estudiantes.

Estas son algunas de las claves que aportan los cinco profesores malagueños que han sido nominados este año a los Premios Educa Abanca. Mejor Docente de España. Un prestigioso galardón que en sus tres ediciones ha logrado erigirse como el Goya de la educación y que premia el talento docente reconocido por los estudiantes y las familias, que son quienes presentan las candidaturas.

Tras recibir casi 1.500 candidaturas de toda España, la organización ha hecho pública la primera selección con 162 nombres entre los que se encuentran los de cinco malagueños. En la categoría de Educación Primaria, han resultado seleccionados Conchi Porrino Fernández, de la Cooperativa de Enseñanza Gibraljaire, y Mehdi Nolte, del CEIP El Tomillar de Benalmádena, quien suma con ésta su tercera nominación.

«Mi objetivo siempre ha sido que los niños y niñas vengan felices al colegio. Cuando hablo con las familias les digo que los contenidos son importantes, pero que el niño que no está feliz en el colegio no aprende», explica Conchi Porrino, que imparte 2º de Primaria en este centro concertado y que ayer reconocía estar aún «en shock».

«Lo principal es el alumnado, pero ver que las familias también te agradecen tu trabajo, que les gusta tu forma de trabajar, es un regalo. Si no somos un equipo no conseguimos nada», añade.

Por su parte, Mehdi Nolte también trasladó a La Opinión su agradecimiento a sus alumnos y a las familias, destacando que sepan apreciar «que no todo es aprender contenidos y conocimientos, es ayudar a formar personas, valorar que la escuela es mucho más, que crean en lo que uno hace».

Especialmente satisfecho se muestra Nolte por el apoyo al Programa de Mediación Escolar que lleva dos años impulsando, «algo necesario en Primaria ya que desarrollamos una verdadera gestión de sus propias emociones y les damos herramientas para la resolución de conflictos».

Otro de los nominados es Sergio Banderas Moreno, profesor de Informática del IES Campanillas, que ha resultado elegido en la categoría de Formación Profesional. Un reconocimiento que le llega tras haber obtenido el curso pasado el Digital Skills Awards Spain 2019 por el videojuego Las históricas aventuras de Daniela, realizado junto al colegio público Miguel Hernández de Almogía.

«Cuando un docente está motivado todo es más fácil en clase, fluyen las iniciativas y la conexión con el alumnado es mucho mayor», afirma. Las múltiples líneas de trabajo que desarrolla son una buena muestra del fruto de esa motivación. Además de la enseñanza de programación de videojuegos, Banderas coordina los proyectos Erasmus+ y aprende y enseña inglés aplicado a las Soft Skills de las empresas.

La Universidad de Málaga también está representada en estos premios con las nominaciones de las profesoras María Teresa Sánchez Compaña, de Ciencias de la Educación, y Raquel Cantero Téllez, de Ciencias de la Salud.

«Este es el mejor salario emocional; es la recompensa al esfuerzo», asegura María Teresa Sánchez, que pertenece al área de Didáctica de la Matemática. Quienes han presentado su candidatura a los Premios Educa Abanca son sus alumnos de 2º del Grado de Primaria de la asignatura Didáctica de la Aritmética. Una materia dura pero con la que esta docente ha logrado engancharlos.

Sánchez es consciente de que en el siglo XXI el profesor no es protagonista, sino que su papel es «acompañar en el aprendizaje». «La sociedad está cambiando muy rápido y la educación no. Debemos adaptarla a las necesidades del alumnado», explica. Y añade que hay que escuchar mucho.

En cuanto a las dificultades que presenta hoy la enseñanza para los profesores, apunta que requiere aprender muy rápido, una formación constante y reclama más recursos para hacer posible una escuela inclusiva.

Otra tendencia a cambiar sería, a juicio de la profesora Raquel Cantero, el peso que está adquiriendo la investigación en la Univesidad frente a la docencia. «La investigación hace falta, pero quizá no focalizarlo tanto», afirma.

Cantero, que imparte la asignatura de Discapacidad Física en Terapia Ocupacional como profesora asociada en la UMA, está nominada a estos premios por segundo año consecutivo. Para ella, un buen profesor debe tener pasión por lo que hace y saber transmitir y opina que esto último es un aspecto que en la universidad debería trabajarse más.

Aunque aún no sabe si ganará el título de Mejor Docente de España, como el resto de sus compañeros nominados ya se siente premiada por sus alumnos.