Málaga dispone de casi cien parcelas inscritas en el Registro Municipal de Solares y Edificaciones Ruinosas, un suelo muy valioso cuyo desarrollo podría generar importantes beneficios a la ciudad. Así, y desde 2014, la Gerencia Municipal de Urbanismo está reactivando la tramitación de diferentes proyectos en hasta 94 de esos suelos, lo que supondrá a medio plazo una inversión por parte de empresarios privados de hasta 50 millones de euros. La mayor parte de estos solares están en el Centro Histórico y en la zona de Trinidad-Perchel.

Es más, según explicó ayer el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, a este periódico, uno de los suelos ya ha salido a subasta, en concreto una parcela en la calle Carretería por poco más de 200.000 euros, lo que supone una novedad derivada de la entrada en vigor, a mediados de agosto, de la Ordenanza Reguladora del Registro Municipal de Solares y Edificaciones Ruinosas, de la que entran a formar parte solares, edificaciones ruinosas o aquellas en las que se hayan incumplido las órdenes de ejecución. La casuística se amplió, precisamente, gracias a ese texto, de forma que pueden incorporarse ahora edificios en construcción sobre los que se haya constatado, mediantes visitas técnicas, que la obra lleva paralizada al menos un año; edificaciones en fase de rehabilitación en la que se han detenido los trabajos más de tres meses por causa imputable al promotor o edificaciones que presenten cegado de huecos de fachada (puertas, ventanas o balcones) con materiales opacos (ladrillos, bloques o chapas) que impidan ventilar e iluminar la zona.

Ahora, la nueva norma municipal permite la venta forzosa de esas edificaciones y solares, siempre que se dé una serie de factores, con el fin de ponerlos otra vez al servicio de los inversores.

También pueden inscribirse las edificaciones que sean incompatibles con el planeamiento vigente por albergar usos cuyos efectos de repercusión ambiental vulneren los máximos tolerados por diferente normativa o por estar fuera de ordenación.

El edil destaca que esta ordenanza permite reactivar numerosas inversiones. «Hay muchos inversores que me dicen que quieren invertir en la ciudad y nosotros tenemos muchos solares privados parados», recalca, de forma que estos empresarios podrían estar interesados en algunos de esos suelos o edificaciones ruinosas. «Algunos pueden comprarlos», dice. La nueva ordenanza permite que, ante la inactividad de un determinada parcela, se inste a los propietarios a activarla y, si no, se inscriban en el registro, de forma que finalmente podrían ser hasta subastadas. «Un suelo no puede estar parado eternamente, pero eso sí, no somos rígidos en cuanto a los tiempos, les decimos que deben activarlos». «Estamos actuando sobre todo en el Pepri Centro y un poco en la Trinidad. Luego, los técnicos buscarán en otras zonas».

De los 94 solares y edificios cuya tramitación para el posterior desarrollo se ha activado y que van a suponer más de 50 millones de inversión en el Centro, muchos de ellos van a acoger hoteles, edificios residenciales y locales comerciales, así como otros proyectos de rehabilitación.

Desde 2014, en 24 fincas se han terminado las obras de edificación o de rehabilitación, por lo que la propiedad ha cumplido, de forma que dejan de estar inscritos estos suelos en el registro. Cabe destacar, entre estos, un nuevo hotel en la calle Vendeja y distintas promociones (con más de 170 viviendas) y locales en calles como Jinetes, Carretería, Granada, Huerta del Conde, Pozos Dulces o Roque García.

Hay otros setenta solares o parcelas en fase de activación: en 17 de ellas se están ejecutando obras, mientras que en tramitación de licencias o estudios de detalle hay 53. Actuaciones destacables son, entre otras, la edificación nueva para más de 330 viviendas (calle Alta, Compañía, Plaza del Teatro, Carretería, Ermitaño, Postigos, Cobertizo del Conde), más de 30 locales, cuatro nuevos hoteles (en Granada, Victoria, Tomás de Cózar y Madre de Dios), ampliaciones de actividad comercial y apartamentos turísticos.

Una vez que se acuerda la inclusión de estos inmuebles en el registro propicia que se requiera al propietario que en un año inicie obras de edificación de nueva planta, subsane las circunstancias que motivaron que la estructura fuera declarada deficiente o inadecuada o acredite la imposibilidad de obtener la licencia; y, una vez hecha la visita técnica y constatado que no se han iniciado las obras ni explicado el porqué, se da audiencia al propietario y, resueltas las alegaciones, se declara el incumplimiento, colocando la parcela en situación de ejecución por sustitución del incumplidor y, salvo que se acuerde la expropiación, el Consistorio malagueño, gracias a la nueva ordenanza, podrá hacer la venta forzosa.