Será que, como la energía, los vertidos al Guadalmedina no se destruyen, si acaso se transforman y en este caso reaparecen, pertinaces, en la misma zona que los años anteriores: el entorno del puente del Conservatorio.

Vecinos de la barriada de Los Arcos y de otros puntos de Ciudad Jardín denunciaron ayer la presencia de un vertido, posiblemente de aguas fecales, que se deposita en una gran balsa de agua delante del barrio pero también destacaron que al menos hay dos más en la zona.

El punto de salida del primero, el más llamativo, precisan, se encuentra al otro lado del río, por la parte de la Virreina Alta. «Te acercas allí y hay muy mal olor», comenta Miguel Campos, vecino de Monte Dorado, que acaba de tomar fotos de esas aguas en la que se aprecian unas costras flotando.

A su lado está Antonio Díaz, vecino de Los Arcos, que señala la balsa de agua delante de sus viviendas. «Aquí me bañaba de chico, pero cuando corría el agua, ahora no se puede. No puedo asegurar que sean aguas fecales pero se ve que es agua sucia», subraya.

Además, lamenta que esta charca lo que provoca todo el año sea «mal olor y en verano, mosquitos». Antonio Díaz ve, por último, incomprensible que el cauce del Guadalmedina, en este tramo, parezca «el Amazonas, con eucaliptos y una pila de árboles y además, si te asomas al puente del Conservatorio ves las ratas en el agua», explica. Este vecino recalcó que los vertidos al Guadalmedina son un problema que los vecinos llevan denunciando «desde hace 15 o 16 años»

Para la concejala socialista Rosa del Mar Rodríguez, que acompañó a los vecinos, es la prueba de que «los barrios periféricos continúan dejados de la mano de Dios». La concejala lamentó la falta de limpieza del cauce del Guadalmedina, así como «los vertidos incontrolados de aguas fecales que causan embalsamientos de agua, malos olores, mosquitos y ratas».

Además, recordó que es un problema que se lleva arrastrando desde hace lustros y pidió al equipo de gobierno, del que, dijo, no ha podido recibir un calendario de limpieza de cauces y arroyos, «que por cuestión de salud pública ponga fin a este problema que tantos dolores de cabeza da a los vecinos de Ciudad Jardín».

Como informó La Opinión, en 2009 un análisis del Colegio de Farmacéuticos confirmó que en un vertido próximo al puente del Conservatorio se había encontrado «una alta contaminación bacteriana». Los vecinos de La Virreina Alta volvieron a denunciar el problema en 2011 y en 2017, por medio de la asociación de vecinos, que calculó que llevaba denunciando vertidos al río desde 2002.