El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, lleva años fomentando las relaciones de amistad entre Japón y España, una iniciativa política que busca estrechar, sobre todo, los vínculos a través de proyectos de innovación, culturales, comerciales y económicos, lo que se ha concretado en diversos eventos a lo largo de los últimos años. Por ello, el Ministerio de Asuntos Exteriores del país nipón ha querido premiar al regidor malagueño haciéndole entrega de una distinción, un diploma, que De la Torre recibió ayer de manos del embajador japonés en España, Masashi Mizukami, en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento, en un encuentro que fue símbolo de la exaltación de la amistad entre los dos pueblos y que sirvió también para subrayar el carácter acogedor y hospitalario de la capital costasoleña, en la que el mismísimo embajador estudió español hace cuarenta años, cuando comenzaba su carrera diplomática, y, curiosamente, es la ciudad en la que cerrará esa fructífera trayectoria, pues este fue el último evento de importancia que ha protagonizado el diplomático.

El diploma de méritos contiene la siguiente leyenda: «Por su trascendente contribución al fomento del entendimiento mutuo entre Japón y España, fortaleciendo la amistad entre nuestro país y otros países, le expreso mi más profundo respeto y vengo a otorgarle esta distinción», lo que el alcalde, en su discurso de agradecimiento, hizo extensivo a los concejales que ocuparon el área de Cooperación Exterior en otros mandatos, como Mario Cortés o Julio Andrade (presente este último en el acto), y a los equipos de Cultura que han permitido llevar a cabo esos eventos.

En su intervención, el alcalde malagueño quiso dejar claro que no es la primera vez que el embajador japonés en España visitaba Málaga, como por ejemplo ocurrió en la celebración del Foro Hispano-Japonés, o sendas conferencias en los que arquitectos nipones galardonados con premios Priztker, el Foro Transfiere, que tuvo en una de sus ediciones al país del sol naciente como nación invitada. «Japón y España tienen muchos motivos para estar cerca, como la celebración de sus 150 años de relaciones diplomáticas o la famosa visita de japoneses a finales el siglo XVII», dijo De la Torre, quien abogó por seguir fortaleciendo las relaciones de amistad y expresó su deseo de que ese vínculo siga propiciando más visitas de carácter cultural, económico o comercial entre ambos países.

También habló el regidor de la necesidad de que Japón sea un país a través del cual España pueda conectar con Asia y viceversa, es decir, que España sea la puerta de entrada a Europa para Japón. «Málaga es la mejor ciudad de Europa para acoger iniciativas económicas y empresariales de Japón», al ser una encrucijada entre Europa y el Norte de África, además de ser una ciudad «hospitalaria, abierta».

El embajador, por su parte, felicitó al alcalde y destacó su contribución a las relaciones amistosas entre Japón y España. «El alcalde ha apostado por la innovación y el desarrollo para potenciar la ciudad y en ese proceso ha contado con Japón». Puso de relieve, por ejemplo, la apuesta por el uso del coche eléctrico en la ciudad entre 2012 y 2015, el foro España-Japón de 2017, el Foro Transfiere o las tres semanas culturales de Japón en Málaga, «un alcalde -dijo- que tiene los brazos abiertos para Japón». El diplomático reveló que este mes termina su misión en España, que finalizará con la recepción de jugadores japoneses que juegan en las ligas de fútbol españolas, y recordó que él, hace cuarenta años, fue alumno de la UMA con el fin de aprender español, una carrera que termina ahora con este acto de reconocimiento al regidor. «Estoy feliz de haber empezado mi vida diplomática en Málaga y terminarla ahora también en Málaga», recalcó, para expresar que desea que su corazón se quede en la ciudad y en el país «feliz para siempre».

Francisco de la Torre fue distinguido en octubre de 2017 con la Orden Nacional de la Legión de Honor (que le impuso el embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours, a bordo del buque de la Armada gala ‘Dixmude’, a su paso por el puerto de Málaga) y en noviembre de 2018 recibió la Medalla Pushkin (impuesta en Moscú por el presidente de Rusia, Vladimir Putin). Ambas distinciones, la francesa y la rusa, las recibió por su contribución a estrechar los lazos culturales entre los países que se las otorgaron y España.